Tomás Gómez
Nota del editor: Esta nota se actualizó a las 8:41 p.m. tras la renuncia de las jerarcas del MEP.
Desde que las pruebas FARO fueron dadas a conocer en la gestión del exministro de Educación, Edgar Mora, la polémica las ha acompañado.
La semana anterior se desarrolló su primera aplicación y tras evaluar español, matemática y ciencias llegó el día del “Cuestionario de Factores Asociados”.
Las críticas comenzaron a llover desde entonces: primero porque los formularios tenían más 600 preguntas que los niños tardaron 4 horas en contestar.
Luego poco a poco fueron dándose a conocer las preguntas que les hicieron a los menores.
OBSERVE MÁS: Oposición presentará voto de censura contra Ministra de Educación por “errores” en prueba FARO
Ante la cantidad de información que circuló, El Observador comparte los apartados del examen en cuestión.
En ellos se pidió a niños de 11 años que contestaran preguntas como, por ejemplo, qué expectativa tiene su familia de ellos o de cuál material es el techo de su casa.
Describiendo la casa
El formulario tiene la más diversa lista de preguntas, muchas de las cuales hacen énfasis en los bienes que tienen las familias.
Así, se pide dar detalles de las casas y su entorno:
A ello se sumaban interrogantes sobre las áreas verdes, para luego dar paso a una encuesta sobre electrodomésticos, medios de transporte y agregados.
Lo que piensa la familia
Como complemento, el cuestionario indaga en cómo se vivió el año académico de la pandemia en las casas.
Para ello profundiza en detalles de la participación de los padres y de cómo los hijos creen que son percibidos.
A los niños también les preguntaron si fueron a preescolar, la edad que tenían cuando empezaron a estudiar y si trabajan.
Ahí preguntaron también por los tipos de internet que tenía cada estudiante.
Incluso luego los pusieron a medir sus emociones, contar cómo estudian y hasta qué hacen en su tiempo libre.
Acompañado de este formulario, además cada niño debió llenar uno por cada materia. Allí se le preguntaba por la metodología de estudio, materiales dados por los docentes y más.
Según el MEP, cerca de 77.000 infantes pasaron por la prueba. De ellos, 7.000 lo hicieron en escuelas privadas.
MEP cambió la narrativa en medio de la presión
Las redes sociales comenzaron a dar cuenta desde el viernes por la tarde de la molestia de los padres de familia.
Ese día en horas de la noche el MEP publicó un pronunciamiento de la viceministra, Melania Brenes, en el que se insistía en las bondades de la prueba.
Ella aseguró que los datos se cruzarían con las notas y culpó a la pandemia por el atraso de los niños al completar las pruebas.
Veinticuatro horas después y con una creciente ola de críticas le tocó el turno de dar la cara a la ministra Guiselle Cruz.
En su alocución anunció que la entidad procedía a eliminar las pruebas por problemas en las mismas.
OBSERVE MÁS: Ante molestia de familias, MEP justifica pedir datos personales a niños en pruebas FARO
“Hubo un error en su elaboración, pues se obvió que una prueba tan larga era inadecuada para ser aplicada a niños y niñas de 11 ó 12 años. Y que algunas preguntas no se formularon adecuada ni oportunamente”, dijo.
La titular de Educación anunció también que Director de Gestión y Evaluación de la Calidad, Pablo Mena, como cabeza de este proyecto, “presentó su renuncia” el sábado 13 de noviembre y que se investigaría el caso.
Pasadas las 8 p.m. Casa Presidencial informó de la renuncia de Cruz y Brenes a sus puestos por la polémica generada con estas pruebas.
