Paula Ruiz
Minutos antes del mediodía de este martes, 50 diputados aprobaron, en segundo debate, el proyecto de ley que impone un tope arbitrario a las tasas de interés, el cual se tramitó mediante el expediente 20.861.
El nuevo límite, aplicará solamente para las nuevas operaciones de crédito, como préstamos y tarjetas.
Por el contrario, el tope no aplicará para los contratos ya existentes con entidades financieras, sino para los que se concreten una vez que se convierta oficialmente en ley de la República. Esta ley no es retroactiva y los créditos vigentes continuarán con las mismas condiciones.
La iniciativa se aprobó luego de que el miércoles anterior, la Sala Constitucional comunicó que no encontró vicios de fondo ni de procedimiento en los artículos del proyecto que fueron consultados por un grupo de diputados.
El segundo debate fue votado negativamente por los diputados independientes Ivonne Acuña y Erick Rodríguez.
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La tasa de interés para microcréditos (aquellos iguales o inferiores a ¢675.000) será de 55%, mientras para otros créditos se fijará en 39%. El proyecto entraría a regir a partir de julio.
Fórmula aprobada: para créditos se calculará sumando el promedio simple, del promedio ponderado de los últimos doce meses de la tasa de interés activa, más doce coma ocho (12,8) puntos porcentuales. Dicho resultado se multiplicará por uno coma cinco (1,5). Para microcrédito es el promedio ponderado de los últimos doce meses de la tasa de interés activa, más trece coma dieciocho (13,18) puntos porcentuales. Dicho resultado se multiplicará por dos coma cero ocho cinco (2,085).
Advertencias sin escuchar
El Banco Central de Costa Rica (BCCR), la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef) y Consejo Nacional de Supervisión de Sistema Financiero (Conassif) adviertieron que debido a la emergencia nacional, miles de trabajadores vieron reducidos sus ingresos ya sea por despidos, suspensión o disminución de jornada.
Según explicaron, eso provocará un aumento en la mora, pero a la vez, la necesidad de recurrir al sistema financiero para optar por préstamos para suplir sus necesidades básicas.
Sin embargo, con un tope a las tasas de interés, quedarían excluidos de ser sujetos de créditos, por tanto, tendrían que optar por solicitar el dinero en la informalidad.
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El Banco Nacional y Banco de Costa Rica (BCR) también hicieron sus observaciones, al asegurar que lo aprobado en primer debate (igual al segundo trámite) contiene errores conceptuales, adolece de graves falencias y contiene «figuras intervencionistas» que atentan contra la libertad contractual y de comercio.
Más allá de eso, los bancos estatales aseguraron que con esta iniciativa, no sirve para configurar el delito de usura, sino que solamente se fija un límite.
«Es nuestro criterio que, en esta propuesta de ley, se estaría fijando un tope de tasas y no una tasa de usura (interés excesivo en un préstamo)», señala el oficio firmado por Gustavo Vargas, gerente del Banco Nacional.
A las advertencias se sumó el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), durante la evaluación del préstamo por $504 millones autorizados para Costa Rica para atender la pandemia.
«Se debe tener precaución en las llamadas en curso para introducir límites máximos en tasas de interés, por sus efectos adversos en la inclusión financiera, la intermediación financiera y la monetaria política de transmisión», indicó el FMI.
La nueva ley podría excluir a los sectores menos privilegiados del acceso al crédito o enviarlos a mercados informales, según expertos en temas financieros. (Alonso Solano | El Observador)
“Venta de humo”
Ivonne Acuña, diputada independiente, reconoció que el Plenario ignoró los criterios técnicos y, teniendo la pandemia como escenario, se inclinaron por legislar a “golpe de tambor”.
Con respecto de las tasas de 39% y 55%, Acuña indicó que se consensuaron de previo a la emergencia nacional dicha fórmula de cálculo “por lo que a mi criterio ha perdido vigencia”.
La independiente advirtió de la exclusión financiera que se generará con esa iniciativa en tiempos COVID-19, pues las entidades financieras supervisadas optarán por prestar dinero a quien no implique un riesgo de no pago.
“Un tope a tasas de interés puesto sin criterio técnico y hago énfasis en esto, no me opongo a la fijación pero sí que no contemple criterio técnico per se bajo la nueva realidad económica que vive el país”, declaró.
“Lo que están a punto a hacer es están vendiendo humo a los costarricenses y engañando a población más necesitada que requiere apoyo financiero real en momento crítico”, agregó Acuña.
Pese a ello, sus defensores defendieron que ayudará a las familias costarricenses a quienes les recomendaron buscar “refinanciarse”, según Ramos.
No obstante, Acuña explicó que ese refinanciamiento no será para todas las personas pues, aquellas que impliquen un riesgo verán cerradas las puertas para este fin.
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