Sergio Arce
Costa Rica es junto con Hawái y el Caribe tres de los destinos que ofrecen casas de lujo a los millonarios estadounidenses o canadienses que desean tener un segundo hogar.
La revista Forbes publicó un amplio artículo el 12 de mayo pasado en el que describe cómo las ventas de estos hogares -que superan el $1 millón- se enfriaron después de las pandemia.
Incluso, Matt Beall, CEO of Hawaii Life -empresa de bienes raíces-, explicó a esta publicación que las ventas de mansiones eran “logísticamente insostenibles por simples medidas de oferta y demanda”.
Sin embargo, existe un porcentaje de millonarios que siguen deseando tener una propiedad en la que puedan pasar cortas o largas temporadas en destinos exóticos y relativamente cercanos a Estados Unidos.
“Mientras algunos aspirantes a compradores reflexionan, otros aprovechan las oportunidades para invertir durante la calma. Estos son algunos de los lugares en los que están invirtiendo su dinero”, apunta Forbes.
El caso de Costa Rica
La revista asegura que Costa Rica sigue siendo un punto de atracción importante gracias a varios factores:
- La amabilidad de sus habitantes
- Un clima agradable
- Un precio mucho más económico que en otros destinos de climas cálidos.
Aquí las opciones son múltiples, pero Forbes destaca el caso de Guanacaste, que cuenta con un aeropuerto internacional (Daniel Oduber) con vuelos directos a Estados Unidos y Canadá.
Una de las opciones reseñadas es una casa de 1.300 metros cuadrados que cuesta $2,85 millones (¢1,533 millones al tipo de cambio a este día).
Es una propiedad que está cerca del Área de Conservación Guanacaste (ACG).
Se trata de un área protegida que la integran los parques nacionales: Santa Rosa, Guanacaste y Rincón de la Vieja. Además de la Estación Experimental Forestal Horizontes y el Refugio de Vida Silvestre Bahía Junquillal.
La mansión en venta se ubica en una propiedad de 1.214 hectáreas que cuenta con acceso a 16 kilómetros de costa, según detalla Forbes.
Forbes hace hincapié en que los desarrolladores de este proyecto apuestan por impactar a las comunidades locales así como a salvaguardar los hábitats naturales, al tiempo que recuperan “de forma sostenible especies en peligro de extinción”.
