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Flujo de comercio internacional refleja el mal estado de la economía tica

El comportamiento que registraron las exportaciones y las importaciones costarricenses de bienes en los primeros siete meses del año ponen…

Por Juan Pablo Arias

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Flujo de comercio internacional refleja el mal estado de la economía tica
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El comportamiento que registraron las exportaciones y las importaciones costarricenses de bienes en los primeros siete meses del año ponen en evidencia el mal estado de la economía nacional.

De acuerdo con datos recientemente publicados por el Banco Central, la actividad económica perdió impulso en el segundo trimestre de este año, lo que revirtió la relativa recuperación del primer trimestre.

La balanza comercial de bienes acumuló a julio de 2019 un déficit equivalente al 4,4% del PIB, menor si se compara con el mismo plazo del año pasado (5% del PIB).

Esta cifra es el resultado de la contracción en las importaciones y el moderado crecimiento en las ventas externas.

En la evolución de las importaciones (-2,9%) incidió la reducción en las compras de las empresas del régimen definitivo (-8,3%), principalmente asociada a la disminución en la factura petrolera y en la compra de vehículos, materiales metálicos para la construcción e insumos vinculados con la industria metalúrgica y grúas.

Las actividades de las empresas del régimen definitivo, que representan un 90% de la producción total, carecen de beneficios tributarios. 

Este segmento presentó al sétimo mes un crecimiento de apenas un 0,2%, debido a la menor producción de bienes que tienen encadenamientos con otras actividades económicas, tales como algunos productos agrícolas y las nuevas edificaciones (comerciales y residenciales).

Según los datos del Banco Central, las exportaciones de bienes crecieron solo un 1%, debido a que el impulso de las ventas de empresas amparadas a los regímenes especiales de comercio fue afectado por la caída en las ventas de las empresas del régimen definitivo (-6,8%).

Uno de los sectores más golpeados fue el agrícola, en especial el banano, debido a choques climáticos relacionados con el fenómeno del Niño; mientras que en la piña, la baja en los precios internacionales incidió en la reducción del área sembrada dedicada a este cultivo. 

También la afectación del hongo de la roya en las plantaciones de café redujo su oferta exportable.

Pese a esto, destacó la recuperación observada en julio en las ventas a Centroamérica y Panamá (crecimiento de 4,1% que contrasta con la reducción de 5% en los primeros cinco meses del año), mercado que ha estado afectado en forma negativa por la situación política y social en Nicaragua.