Sergio Arce
Una foto de una rana arborícola de ojos rojos de los bosques de Costa Rica recibió un reconocimiento en el prestigioso Sony World Photography Awards 2023.
Se trata de un concurso internacional -que nació en el 2007- al que ingresaron 415.000 imágenes de todo el mundo.
También llegaron más de 200.000 fotos que aspiraron en el marco del programa de Premios Nacionales, creado por la Organización Mundial de la Fotografía y Sony.
Esta iniciativa busca apoyar a las comunidades fotográficas locales de todo el mundo.
Una de las fotos en esta última categoría es la de Manuel Rodríguez, que quedó como finalista en este certamen. Pero, además, aparece en la página principal del certamen.
¿Qué se sabe de estas ranas?
Las ranas de ojos rojos son más comunes de lo que, quizás, usted y yo creemos.
Carolina Esquivel, herpetóloga de la Universidad Nacional, explicó a El Observador que estos anfibios se encuentran entre el sur de México y el norte de Colombia.
En Costa Rica están en ambas vertientes: en el Pacífico y en el Caribe, especialmente en zonas como Sarapiquí, Limón, Golfo Dulce y Manuel Antonio. No hay presencia en Guanacaste por temas de clima.
No es una especie que está en peligro de extinción, pero sí de preocupación menor. Esto en vista de que la vegetación donde suele depositar sus huevos está siendo reemplazada por pastos.
Su hábitat más común son lagunas, charcos o pantanos, lugares donde no haya corrientes de agua. Las ranas adultas son carnívoras: comen grillos, moscas y polillas con su larga y pegajosa lengua.
National Geographic publicó, tiempo atrás, un trabajo especial sobre esta especie. Y eso fue lo que escribió:
“Este famoso anfibio de las selvas tropicales duerme durante el día en la parte inferior de las hojas, ocultando los colores de su cuerpo.
“Cuando es molestado abre sus saltones ojos rojos y muestra sus grandes patas naranjas y sus costados, que son de un brillante azul y amarillo.
“Esta técnica de mostrar sus brillantes colores consigue que el pájaro o la serpiente se queden paralizados durante un instante, lo que le permite dar un salto para salvarse”.
La especialista costarricense también destacó que esta rana de ojo verde no es venenosa, es nocturna y para comunicarse emiten sonidos y hasta por vibraciones.
