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Fuga de Pretoria: ¡vale la pena verla!

PopCorn506 para El Observador Al cine, normalmente, se le suele considerar un arte o un entretenimiento. Pero, en ciertas ocasiones,…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Fuga de Pretoria: ¡vale la pena verla!
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PopCorn506 para El Observador

Al cine, normalmente, se le suele considerar un arte o un entretenimiento. Pero, en ciertas ocasiones, hay propuestas en las que, además de una de estas dos acepciones, o junto a ambas, también aporta una faceta divulgativa. En este caso, ésta es histórica y merece la pena.

Fuga de Pretoria es una de las películas que se han estrenado en los últimos tiempos en salas comerciales y que, por los motivos que todos conocemos, no ha podido gozar del reconocimiento y la repercusión merecida.

Y es que no estamos ante una película que se rija por cuatro maneras efectistas de entretener durante un par de horas. Y menos para luego desaparecer de la memoria.

Lo que quiere contar

Lo que Fuga de Pretoria quiere es, además de contar una historia con interés que ya no recuerda casi nadie. Es que esta quede grabada, tanto en su significado histórico trascendental como en el modo en el que la vemos en la pantalla.

El director, Francis Annan, hace una apuesta tremenda por dos aspectos que conforman la eficacia de esta película: la genial ambientación desde el primer momento, en el que ya nos enclaustran en unos años setenta áridos.

Y el ritmo meticulosamente calculado para que la tensión se mantenga a los niveles perfectos. Los momentos de mayor emoción y suspenso pillan al espectador en plena forma, ni demasiado dormido ni demasiado exhausto. No está nada mala para un cineasta cuyos trabajos, hasta ahora, se centraban en los cortometrajes y la televisión.

Daniel Radcliffe, un actor maduro

El protagonismo de las críticas y, probablemente, de los comentarios en cualquier mesa redonda, se lo podrán llevar los actores protagonistas.

En especial, Daniel Radcliffe, que se encarga de llevar a cabo otro papel más con el que confirma ser un actor maduro. Se aleja del encasillamiento que le había otorgado la larga saga de Harry Potter.

Aquí, consigue ejecutar a la perfección el rol de un personaje clave en la historia de la lucha contra el Apartheid, el de Tim Jenkin.

Se trata de un activista político que, junto a su compañero Stephen Lee (Daniel Webber) termina encarcelado en la dura Sudáfrica de los años 70. Son los años cuando el régimen segregacionista del Apartheid está vigente.

Una pincelada de la cinta

La vida en la cárcel no es fácil para ninguno, y su lucha contra un sistema político y social racista solo tendrá sentido si consiguen escapar de prisión.

Aquí es donde comienza su verdadera misión, al menos la que centra la película. Tanto Jenkin como Lee, que cuentan con la ayuda de otro preso llamado Leonard (Mark Leonard Winder), enfocan todas sus energías en lograr un plan de escape de una prisión que se antoja, cuanto menos, inexpugnable.

A estos nombres principales, debemos añadir, por la potencia que consigue su presencia en pantalla y por lo carismático del personaje al que encarna, a Ian Hart, uno de los actores de la escena británica con mayor recorrido desde los años 90.

Sin necesidad de mayores artificios técnicos, pero con una esmerada pericia a la hora de manejar el montaje y el ritmo, Francis Annan es capaz de lograr aquí una más que entretenida película que, en determinados momentos, puede llegar a evocar alguno de los más grandes títulos carcelarios de la historia, como The Great Escape o Papillon.

Si bien por falta de tiempo, no profundiza demasiado en la cuestión política ni en los propios personajes, sí que se convierte en una herramienta eficaz para dejar ese pozo sobre una historia real muy interesante.

Tan interesante que, desde aquí, podríamos lanzar una proposición y unos deseos de que, bajo la misma premisa que este largometraje, se pudiera plantear una miniserie de mayor duración en la que los retratos de los personajes, sus motivaciones y las consecuencias de los actos que llevan a cabo se dibujen con un trazo más fino y detallado.

Mientras esto se convierte o no en realidad, seguiremos atentos a lo que nos vayan ofreciendo estos actores tan interesantes y, por supuesto, a la carrera de Francis Annan.

Fuga de Pretoria se está proyectando actualmente en Cinépolis, y estará hasta la próxima semana.