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Tomar una foto puede dañar una escena del crimen o convertir a una persona en sospechosa

La intención de las personas por capturar una foto de un accidente u otros hechos violentos puede terminar por poner…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Tomar una foto puede dañar una escena del crimen o convertir a una persona en sospechosa
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La intención de las personas por capturar una foto de un accidente u otros hechos violentos puede terminar por poner en riesgo las investigaciones, dejarlas en condición de sospechosas o incluso dañar todo un proceso judicial por la contaminación de las escenas.

Así lo alertó la Fiscalía en una exposición donde recalcó los diversos factores de exposición en que podrían quedar las víctimas e inclusive los testigos.

“En las escenas de homicidios, escenas violentas, es importante entender que todo lo que está ahí cuenta. Cada uno de los pequeños grandes detalles puede contarme toda una historia”, detalló el Fiscal Omar Jiménez.

“Una buena intención puede llevar al peor de los resultados”, agregó.

A manera de ejemplos citó cuando se intenta ayudar a un herido en un accidente, pudiendo generarle lesiones peores; o cuando se pone una sábana sobre un cadáver, dejando material de una persona ajena al hecho.

Expertos alertan sobre las consecuencias que puede tener la “curiosidad” en una escena de crimen. ( Archivo/ El Observador)

El consejo máximo: “no tocar”

Los incidentes pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Las posibilidades van desde presenciar un hecho violento en la calle hasta llegar a la casa y encontrarse las cerraduras forzadas.

En todo caso, la recomendación general es evitar cualquier manipulación.

“La primer decisión y la más inteligente es no tocar la escena”, dijo el experto.

El elemento adicional es siempre dar prioridad a la seguridad personal.

“La primera tendencia que tenemos cómo personas al encontrarnos un evento tan anómalo, o tan distinto, o tan diferente, tan alarmante cómo la posible escena de un crimen es tratar de intervenir, tratar de entender qué está pasando y aveces esa intervención, o esa interacción de nosotros con el espacio, puede alterar las evidencias que ahí se van a encontrar”, adicionó.

A ello se suma el pedido de notificar de inmediato a las autoridades vía 9-1-1 y no exponerse más de la cuenta.

“Muchas veces vemos personas que brincan para tratar de estar con el teléfono celular a fijar todo lo que puedan en imágenes. Videos, fotografías y demás y eso no está mal, pero lo primero que tendríamos que hacer es administrar el riesgo”, explicó.

Uno de los casos donde las autoridades piden mantener el cuidado es con los accidentes de tránsito donde el intento de ayuda a las víctimas pueden generar un daño más grave. (Foto Archivo/El Observador)

De testigo a sospechoso o amenazado

Hay dos factores que las autoridades piden tomar en cuenta al terminar dentro de una escena del crimen o sospechosa.

En primer lugar está que se pueda quedar vulnerable ante un sospechoso peligroso.

“Esa persona va a ser la primera interesada en que eso no se sepa. Entonces si yo comparto la información, los videos, lo que sea, esa información puede ser trazada a mi persona y eso significa ponerme ahora en algún riesgo”, anota Jiménez.

El tema cobra más relevancia por la cantidad de información que puede surgir en redes sociales.

“Esa información es trazable y si efectivamente ahí se dio un evento delictivo la persona más interesada en que eso no se conozca es el autor, la persona que cometió el ilítico, la persona que cometió el homicidio, que cometió el incendio, que cometió el robo”, insistió.

A ello se suma un segundo escenario en el cual puede terminarse asociado al ilítico como tal.

“Hay delitos que por su naturaleza importan algún tipo de riesgo de participación cuando quiero ser testigo, sobre todo en temas relacionados con crimen organizado y los casos en los que saber algo puede ponerme en riesgo, pero no significa que no podamos participar de la investigación”, anotó.

Asegurar, preservar y proteger

¿Cómo reaccionar ante las escenas peligrosas?

A manera de recomendación, las autoridades insisten en que hay tres principios: asegurar, preservar y proteger.

En esa línea reiteran la recomendación de pedir siempre ayuda a los cuerpos de emergencia y facilitarles la información que se tenga.

Si bien existe un deber general de ayuda a quien lo necesite, la aplicación de la ley toma en cuenta que existen parámetros

“Inclusive en ese caso existe un límite racional, estoy obligado a brindar auxilio hasta tanto no me ponga yo mismo en riesgo”, dijo Jiménez.

“No se trata de que seamos héroes. No se trata entrar brincando a la casa incendiándose si no tengo el entrenamiento ni el conocimiento básico para lidiar con una circunstancia cómo esa. Se trata de brindar aquel auxilio que es racional dentro de mis propias posibilidades”, continuó.

Para cerrar recordó el riesgo de que el material genético o personal de un tercero termine como parte de una escena.

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