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Genius Lab: aprendizaje del siglo XXI sobre ruedas

Los tiempos cambian y las tecnologías evolucionan. Lorna Peraza, propietaria de Genius Lab lo tiene claro. Por eso la docente…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Genius Lab: aprendizaje del siglo XXI sobre ruedas
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Los tiempos cambian y las tecnologías evolucionan. Lorna Peraza, propietaria de Genius Lab lo tiene claro. Por eso la docente de profesión no dudó en aventurarse en el mundo de la educación con un enfoque STEM.

Ciencia, ingeniería, matemáticas y tecnología son las áreas que esta tendencia STEM (por sus siglas en inglés) busca integrar a otras materias más tradicionales.

También desarrolla nuevas habilidades en los estudiantes, tanto técnicas como blandas, desde una temprana edad.

“Temas académicos, con algo de tecnología. Eso es lo que queremos mezclar en la parte de STEM, que les llama mucho la atención. Se hace un aprendizaje más significativo.

Incluso, las psicólogas recomiendan la robótica y este tipo de cosas como terapia para chicos con necesidades educativas. Les ayuda muchísimo”, aseguró Peraza.

¿Cómo arrancó Genius Lab?

Hace siete años, Peraza era maestra en un centro educativo. Comenzó a sentir una necesidad de innovar, ya que se sentía limitada por sus alrededores.

“En la escuela me encantaba impartir clases, pero no eran particularmente normales. Eran súper dinámicas, divertidas, movidas y a veces los directores y ciertos jefes me decían: ‘es que gritan mucho’ y yo respondía ‘sí, así es la forma de aprender'”, afirmó.

Ante la insistencia de su hijo por tomar clases de robótica, Peraza se dio cuenta del potencial que había en torno a esta nueva forma de aprendizaje.

Este es el espacio con el que los niños cuentan para dejar volar su imaginación. (Cortesía Genius Lab)

A pesar de no tener conocimientos en robótica, comenzó a investigar y se enamoró del tema. Decidió renunciar a su trabajo y embarcarse en una viaje de cuatro meses a los Estados Unidos, donde se especializó.

“Me voy a Carnegie Mellon y a Texas TCU, y me especialicé en robótica y tecnología educativa. Me dieron las bases y herramientas. Yo no era programadora ni ingeniera en sistemas, solo una docente de preescolar e inglés que decidió innovar, arriesgarse y echarse al agua”, aseguró

El autobús mágico

Al volver del exterior, Peraza se encontró con una interrogante: ¿cómo llevar esto a diversos centros educativos?

La respuesta llegó al mejor estilo de la fábula infantil de la década de 1990, El Autobús Mágico, en el cual el personaje principal, una maestra, llevaba a su clase en viajes extraordinarios, para aprender de un tema cada día.

Pero en Genius Lab, los costos y la movilidad influyeron más que el romanticismo de antaño. Con una inversión cercana a los $30.000, Peraza y su familia se dieron a la tarea de comprar un bus de estudiantes y modificarlo.

Con diversos materiales necesarios como computadoras especiales para programación, juguetes robóticos, mesas y una pantalla, nació el primero de las tres unidades con las que ahora cuenta Genius Lab.

Una vez con su escuela de STEM sobre ruedas, Peraza se estrenó con dos escuelas privadas.

La propietaria aprovechó para destacar la ayuda que recibió de una entidad bancaria, para desarrollar su plan estratégico de negocios, así como mentorías sobre liderazgo y otros temas de vital importancia para nuevos emprendedores.

Peraza se especializó en Estados Unidos. (Marco Marín/El Observador)

“En un año logré montar mi plan y saber hacia dónde quería ir con Genius Lab”, explicó

El proyecto creció a una empresa que da empleo a 15 personas y tiene cerca de 35 clientes, solamente entre centros educativos. La emprendedora sabe que, como toda tecnología, hay una constante evolución.

“Muchas escuelas ya tienen su propia inversión, su propio laboratorio y me parece genial. Es el camino que nosotros vimos. De ahí parte que Genius Lab se reinventa y pasa a ser Genius Lab Business y trabajamos con empresas”, explicó.

Gamificación

Peraza relató que esta nueva etapa de su negocio no surge del aire. Explicó que recientemente, compañías internacionales como Deloitte, Volkswagen y otras invierten en la modalidad para desarrollar un buen clima organizacional en la empresa.

De acuerdo con la experta, la gamificación permite obtener o dar información por medio de juegos. Utilizando elementos como dados, tarjetas u otros objetos, se pueden desarrollar actividades, cuyos resultados van desde dar pistas sobre la personalidad de un empleado, a lograr que aprenda un tema especifico

“Un banco me contrató para trabajar con un grupo de colaboradores, que recién entraba. No se estaban aprendiendo la materia de crédito hipotecario. Yo no soy experta en finanzas, ni en el tema, pero con un juego de dardos, aprendieron el tema”, aseguró.

De acuerdo con Peraza, es algo simple y los empleados aprenden disfrutan y hacen mejor su trabajo. Las empresas que la han contratado, reportan mejoras en la motivación de los empleados.

“Si tenemos mejores personas, dentro de nuestras empresas, vamos a lograr potenciar y sacar adelante a Costa Rica. Genius Lab cree en eso, en compartir su conocimiento alrededor del mundo”, añadió.

La docente da importancia al desarrollo social, por lo que constantemente lleva su autobús de aprendizaje a diferentes zonas vulnerables como Guararí en Heredia.

“Se trata de empoderar a la gente. Es un sacrificio pero también una alegría poder compartir esto con demás gente. No se trata solo de la gente que puede pagar, por que ¿qué pasa si tenemos al próximo Franklin Chang en una escuela de Guararí?”, cuestionó.

Ahora el reto es investigar. “Ver que más se puede replicar y traer a Costa Rica y que nuestros estudiantes y las empresas reciban ese conocimiento. Es bastante complicado pero se disfruta. Amo lo que hago”, sentenció.

Actividades tan simples como un juego de mesa pueden ser de gran utilidad para los departamentos de Recursos Humanos de las compañías. (cortesía Genius Lab)