Sergio Arce
El enorme hueco (socavón) que apareció hace dos semanas en Puebla, centro de México, creció tanto que se “tragó” a la casa que estaba cerca.
Imágenes que circulan en redes sociales de ese país dan cuenta de la dimensión del hoyo, que creció a un ritmo de 10 metros por día y mide 20 metros de profundidad.
La vivienda de la familia Sánchez -que aún estaba en etapa de construcción- desapareció casi en su totalidad. Solo quedaron unos remanentes del muro.
Rescate de perros
Este jueves rescatistas mexicanos liberaron a dos perros que habían caído accidentalmente dentro de un profundo y gigantesco socavón, reportaron autoridades.
Los perros Spay y Spike jugueteaban en el campo el lunes pasado y rebasaron el cordón de seguridad. Este lo colocaron policías y militares para frenar a los curiosos.
Las imágenes de los animales ubicados en una de las pocas áreas del socavón que no estaban inundadas, captadas por un dron, se hicieron virales en redes sociales. Esto generó atención nacional y pedidos de miles de personas para rescatarlos.
“Nos conmueve. La opción que se está estudiando nos permitiría una extracción segura, un rescate seguro”, dijo el gobernante a periodistas horas antes del rescate.
Personal de bomberos y Protección Civil se acercó al inestable borde del hoyo para usar cuerdas y jaulas en espera de que cumplan funciones de un elevador para los animales.
Finalmente, Spay y Spike fueron sacados por un rescatista que descendió al socavón con ayuda de sus compañeros y utilizando cuerdas, sin que nadie resultara lesionado.
El hundimiento, que sigue expandiéndose diariamente, atrae a curiosos de estados vecinos que lo han asumido como un destino turístico pero son retirados por fuerzas del orden.
