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Gobierno de Nicaragua aglomera a cientos de personas para inauguración de puente pese al coronavirus

Cientos y cientos de personas se aglomeraron este miércoles en Granada, Nicaragua, tras el llamado del gobierno de Daniel Ortega…

Por Sergio Arce

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Gobierno de Nicaragua aglomera a cientos de personas para inauguración de puente pese al coronavirus
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Cientos y cientos de personas se aglomeraron este miércoles en Granada, Nicaragua, tras el llamado del gobierno de Daniel Ortega para inaugurar un puente de 200 metros de largo, a pesar la emergencia sanitaria que vive el mundo producto del coronavirus.

Imágenes publicadas por el medio oficialista 19 Digital dan cuenta de los tumultos a lo largo de la nueva estructura, que tuvo un costo de $10 millones.

En las fotos del periodista Jairo Carina se observa que ninguno de los presentes respeta la distancia prudente entre unos ni mucho menos se ve alguno o alguna con mascarilla.

Autoridades sandinistas inauguraron el puente rodeados de cientos de simpatizantes del FSLN, sin ningún tipo de protección contra el coronavirus. Foto Jairo Cajina/19 Digital

Diferentes sectores han criticado la desidia del gobierno sandinista en la atención esta pandemia, que se acerca al millón de afectados y a los 50.000 muertos en el mundo. En Nicaragua se reportan 12 casos y un muerto. En Costa Rica se reportan 396 casos positivos, lo cual significa 21 más que la cifra indicada este miércoles.

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La gente ha tenido que adoptar sus propias medidas con cuarentenas voluntarias, mascarillas de tela y mezclas de agua con cloro como desinfectante.

“No hacen nada, no dicen nada, eso da temor y mucha gente por eso no sale a las calles”, comentó a la AFP Arnulfo Balladares, un cobrador de autobús capitalino de 65 años.

La mayoría de la población se ha refugiado en sus casas con algunas reservas de comida y no dejan a sus hijos ir a clases desde que el gobierno anunciara el 18 de marzo el primero de los contagios de coronavirus.

“La gente tiene miedo de salir por temor a la pandemia; el gobierno no ha tomado medidas”, se queja Juan Montoya, un taxista de 72 años que trabaja porque su pensión de 200 dólares no le alcanza para cubrir sus gastos.

Las calles lucen con poca gente, las taxis y autobuses que antes circulaban atiborrados pasan casi vacíos y la afluencia en los comercios es mínima.

El ambiente es desolador pese a que el gobierno no ha decretado cuarentena y mantiene sus fronteras abiertas. Ni siquiera ha suspendido la liga de fútbol, como se ha hecho en casi todo el mundo.

Días atrás, la Conferencia Episcopal de Nicaragua pidió a sus feligreses no peregrinar al Santuario de Jesús del Rescate en Popoyuapa, en la ciudad de Rivas, ni actuar con una “fe imprudente e irracional” frente al llamado de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo para que los fieles católicos acudan a dicho sitio en Semana Santa.

“Una auténtica piedad popular, verdadero tesoro de nuestra fe católica, con sus preciosas manifestaciones religiosas y culturales, como la peregrinación anual de fieles en carreta y a pie, no debe ignorar el sentido común, la prudencia y el uso de razón; exponerse al contagio y desafiar la pandemia, con una fe imprudente e irracional, o peor aún escuchando la voz del demonio que tienta como tentó a Jesús”, expresaron los obispos en un comunicado de prensa.

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