Sergio Arce
La iglesia católica y el Gobierno de Nicaragua abrieron una nueva brecha en su profunda división en momentos cuando el mundo vive una emergencia sanitaria a causa del coronavirus, que ha cobrado la vida de 34.610 personas y ha registrado más de 727.080 casos de contagio en 183 países o territorios.
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Este domingo la Conferencia Episcopal de Nicaragua pidió a sus feligreses no peregrinar al Santuario de Jesús del Rescate en Popoyuapa, en la ciudad de Rivas, ni actuar con una “fe imprudente e irracional” frente al llamado de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo para que los fieles católicos acudan a dicho sitio en Semana Santa.
“Una auténtica piedad popular, verdadero tesoro de nuestra fe católica, con sus preciosas manifestaciones religiosas y culturales, como la peregrinación anual de fieles en carreta y a pie, no debe ignorar el sentido común, la prudencia y el uso de razón; exponerse al contagio y desafiar la pandemia, con una fe imprudente e irracional, o peor aún escuchando la voz del demonio que tienta como tentó a Jesús”, expresaron los obispos en un comunicado de prensa.
El medio de comunicación Confidencial informó que el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, instó a la ciudadanía a cuidarse frente a la pandemia de coronavirus.
“Para nosotros creyentes cuidarse a sí mismo es una obra de caridad, porque si nos cuidamos estamos cuidando al hermano (…) piense que si se quedan en casa, lo hacen por el otro”, manifestó durante la misa dominical transmitida en redes sociales, indicó Confidencial.
En la acera del frente la pareja presidencial insiste en bajarle el tono a la pandemia; el gobierno asegura que solo ha confirmado cuatro casos de COVID-19 y un muerto, pero la gente en la calle no cree esa versión y teme que haya muchos más.
El Gobierno no ha dispuesto asistencias especiales para sectores vulnerables, ni ha respondido a la petición de los empresarios de evitar cortes de servicios públicos durante la crisis.
Ni mucho menos ha llamado a cuarentena, no ha cerrado las fronteras ni ha suspendido actividades masivas, como la que habría realizado este domingo pasado llamada “Chalupa veranera” en Managua, que promocionó desde días antes en sus canales oficiales.
También la pareja presidencial y su aparato estatal están convocando a la procesión al santuario.
En medio de la inacción del gobierno, la mayoría de la población se ha refugiado en sus casas con algunas reservas de comida y no dejan a sus hijos ir a clases.
“La gente tiene miedo de salir por temor a la pandemia; el gobierno no ha tomado medidas”, se queja Juan Montoya, un taxista de 72 años que trabaja porque su pensión de 200 dólares no le alcanza para cubrir sus gastos, informó la agencia AFP.
Las calles lucen con poca gente, las taxis y autobuses que antes circulaban atiborrados pasan casi vacíos y la afluencia en los comercios es mínima. Según una encuesta difundida por Cid-Gallup en las redes sociales, el 65% de los nicaragüenses “no está de acuerdo” con la respuesta del gobierno a la pandemia. El 61% cree que podría sobrevivir en confinamiento entre cuatro y siete semanas.
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Turistas salen del país
Cerca de 250 turistas europeos que estaban varados en Nicaragua fueron repatriados este sábado a Alemania en un vuelo especial organizado por el gobierno alemán con el apoyo de la Unión Europea (UE).
Los europeos, la mitad de ellos alemanes, “estaban varados en Nicaragua debido a la interrupción del tráfico aéreo comercial en el mundo”, precisó la embajada alemana en una nota.
Los turistas partieron de Managua a bordo de un vuelo fletado de la compañía aérea alemana Cóndor, que el próximo 2 de abril tiene previsto realizar un segundo y último vuelo con los europeos que deseen salir de Nicaragua, añadió.
La embajada de Estados Unidos por su lado instó a sus ciudadanos a retornar a su país en los pocos vuelos que saldrán de Nicaragua en estos días.
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