El embajador de Cuba, Danilo Sánchez, finalizó su misión en Costa Rica recibiendo la Orden Nacional Juan Mora Fernández en grado de Gran Cruz de Plata.
Se trata de la segunda condecoración más alta del servicio diplomático nacional, solo superada por su grado máximo -Gran Cruz de Oro-.
La ceremonia se dio el 26 de noviembre pero no comunicó a la prensa ni se divulgó en las redes, como sí se hizo con Patricia Giménez, representante de Argentina que el día anterior fue homenajeada.
Halagos para Cuba
El ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Ventura, describió al embajador Sánchez como “un hombre que ama tanto su trabajo como su pueblo”.
Ventura destacó además como uno de los principales legados del diplomático la visita de su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, la cual calificó como una “oportunidad para fortalecer los vínculos entre Costa Rica y Cuba en los diferentes ámbitos del diálogo político, la cooperación y los intercambios económicos y culturales”.
Entre otras áreas, el jerarca mencionó como áreas comunes de trabajo con el régimen cubano:
- Clima
- Agricultura
- Condiciones de vida digna
Otras herencias
La gestión de Sánchez se vio marcada también por la firma de un convenio de cooperación con el exministro de Educación, Edgar Mora.
El acuerdo permitiría el “intercambio de profesionales con comprobada experiencia en temas académicos”, así como “el intercambio de material didáctico en la educación formal”.
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Irónicamente, el tema de educación no fue incluído en los mensajes de despedida para el embajador.
El Observador consultó a Cancillería por las razones para no darle más publicidad al reconocimiento brindado al delegado cubano pero no se recibió respuesta al cierre de esta nota.