Tomás Gómez
Nuevamente los malentendidos entre las fracciones de Progreso Social Democrático y el Frente Amplio levantan roncha en la Asamblea Legislativa, ahora de cara a las próximas sesiones extraordinarias.
En ese periodo de 3 meses -de mayo a julio- donde será el Gobierno quien defina la agenda de los diputados, dos proyectos concentrarían la agenda.uno es el de Jornadas 4-3 y el otro la reforma de Crímen Organizado.
El primero está frenado ante cientos de mociones del Frente Amplio y el otro enfrenta más de 500 mociones por parte de la diputada Carolina Delgado, de Liberación.
Este lunes, los frenteamplistas Priscilla Vindas y Jonathan Acuña alegaron que recibieron insinuaciones del oficialismo para negociar un avance más rápido de ambas iniciativas.
El comentario fue de inmediato rechazado por la jefa oficialista Pilar Cisneros.
Ella insistió en que será hasta mañana que se reúnan el Gobierno y su bancada para ver el tema de extraordinarias.
Enfatizó sus señalamientos contra las declaraciones del partido rival.
Esta no es la primera vez que ambos grupos chocan por encontronazos de este tipo. Durante la discusión de Eurobonos la legisladora Sofía Guillén dijo que el oficialista Alexander Barrantes le había hecho una oferta de negociar embajadas por los votos, ante lo cual se cuestionaron las pruebas del supuesto ofrecimiento.
La sesión que no fue
En el caso del proyecto de Crimen Organizado, está abierto un debate sobre si se habían eliminado o no parte de las regulaciones por leyes anteriores que cambiaron la entrada en vigencia de la regulación.
En medio de la discusión se propone un texto de enmienda; pero contra este la liberacionista Carolina Delgado puso más de 500 mociones.
Estas se ven en la Comisión de Seguridad donde hay un acuerdo para acelerar su votación.
Aunque este lunes se programó una sesión de avance la misma se canceló.
