AFP
(Kabul, Afganistán) El conflicto afgano ha causado más de 100.000 víctimas civiles, entre muertos y heridos, en 10 años, anunció este jueves el responsable de la misión de las Naciones Unidas en Afganistán (Manua) en un comunicado.
“La guerra en Afganistán sigue cobrando un terrible precio entre la población civil”, dijo Tadamichi Yamamoto, haciendo alusión al conflicto entre los talibanes y el gobierno afgano, apoyado por las fuerzas estadounidenses.
“Las bajas civiles han superado recientemente las 100.000 (víctimas) en los últimos 10 años”, añadió el jefe de la Manua, manifestando su “extrema tristeza”.
La misión de la ONU no ha proporcionado información sobre esta cifra. El organismo realiza un recuento sistemático de las víctimas civiles desde 2009, y publica informes trimestrales detallados sobre el tema.
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18 años desde la invasión de EE.UU.
En octubre del 2001, en Karachi, personas a favor de los talibanes quemaron una bandera estadounidense. La escena se repitió durante años, tras la invasión del gobierno de Bush. (AFP)
A mediados de octubre, anunció que durante el tercer trimestre de 2019 se había establecido un récord, con 1.174 civiles muertos y 3.139 heridos.
Estados Unidos y los talibanes llevan más de un año negociando un acuerdo de retirada de las fuerzas norteamericanas, que incluye, como mínimo, una reducción de la violencia y garantías de seguridad por parte de los insurgentes.
En su comunicado, Yamamoto reiteró el llamamiento de Naciones Unidas a “todas las partes involucradas para que den pasos sinceros y concretos hacia el fin de la guerra”.
La Guerra de Afganistán inició en octubre del 2001, cuando Estados Unidos invadió el país asiático, en respuesta a los atentados terroristas de setiembre de ese año en suelo norteamericano.
El gobierno de George W Bush se puso como objetivo encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda, además de derrocar a los talibanes. Pero la falta de conocimiento de la cultura local y de información de inteligencia por parte de Estados Unidos, generó una situación de guerra que se ha extendido durante casi dos décadas.
