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Guía maya contadora del tiempo: “cuando te dicen ‘te estás enfermando’ tienes que escuchar tu energía”

Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y…

Por Manuel Sancho

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Guía maya contadora del tiempo: “cuando te dicen ‘te estás enfermando’ tienes que escuchar tu energía”
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Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al instante crecieron las montañas.

Popul Vuh

Las poblaciones originarias de lo que hoy es América Latina, los pueblos indígenas, visualizan la vida y el universo de formas muy distintas a cómo lo hacemos la mayoría de costarricenses o el resto de las ciudades modernas. Su cosmovisión, su forma de interpretar el mundo, está más ligada a esencias de la naturaleza, intangibles para muchos, que a una transacción de billetes o edificios.

La cultura maya es una de las nativas que marcó la historia de este continente. Su legado e información perduran más de dos milenios después. Y el pueblo maya quiché de Guatemala es uno de los que mantienen vivas la influencia y los principios de esta civilización.

Claudia Orozco nació y creció inmersa en esas lecciones, como indígena maya quiché (k’iche’) de Quezaltenango. Hoy es una guía espiritual en su comunidad y una contadora del tiempo. Contar el tiempo…suena como un reto insondable ante un concepto y una medición física que el humano nunca terminará de determinar, el tiempo.

El Observador conversó con la chapina, para entender elementos básicos de la cosmovisión maya y de su labor como contadora del tiempo.

Continuidad del tiempo: tener una existencia útil

Claudia Orozco es guía espiritual contadora del tiempo. (Cortesía)

Orozco es una ajq’ij, término del idioma quiché, que se puede traducir como “contador de los días”, una guía espiritual. Cada guía tiene distintos roles en la comunidad, sea para atender males físicos, o situaciones emocionales y psicológicas. En el caso de lo interno, se inicia entendiendo dos principios básicos mayas: todos y todo estamos formados por energía; y todos somos uno.

“Nuestro cuerpo físico es el resultado de todo un proceso energético. En nuestra visión, la muerte propiamente no existe. Nosotros somos el resumen de abuelos, bisabuelos, tatarabuelos…por eso decimos que tenga una larga y útil existencia, es una frase incluso del Popul Vuh”, en referencia al “libro del consejo”, fundacional de la cultura maya.

Bajo ese precepto, los humanos somos una “continuidad del tiempo”, pues cada individuo tuvo etapas previas…aunque no las recuerde. “Por eso les decimos, sos una alma joven o vieja. Cuando la gente dice ‘te estás enfermando’ tienes que escuchar tu energía”, explicó.

Las contadoras del tiempo interpretan y ayudan a conocer esa energía desde que se es niño.

“Cada persona tiene hacia dónde dirigirse. (…) Si tiene energía del viento, nació ante una energía del viento, pero resulta que en la familia todos son abogados y le toca ser abogado, es matar el espíritu de la persona, porque esa energía no es para ese tipo de vocación. Es una manera de poder autoconocer”, señaló.

En las comunidades mayas, en ese momento la guía entrará en contacto con los familiares y el menor.

Diálogo con energías: “Lo que está arriba está abajo”

La guía realiza sesiones en su país en puntos como el lago Atitlán, así como fuera de él. Recientemente estuvo en Costa Rica para una consulta con ticos. (Cortesía)

A cierta edad, entre los 7 y 10 años, los mayas comienzan a realizar rituales para sentir las energías. Para ciertas religiones hay un único dios, para otras culturas son más. En el caso de los mayas, más allá de las deidades que bautizaron los originarios, ven la divinidad tanto en el ambiente como en los interiores del humano.

“Ellos y nosotros somos lo mismo. Dentro de su dimensión gigantesca y nosotros en nuestra pequeñez acá, somos lo mismo. Somos agua, somos viento, somos tierra, somos naturaleza, germinamos, damos vida, ¡somos lo mismo! Uno de los principios de la cosmovisión maya dice eso: lo que está arriba está abajo”, exaltó.

La idea es entender cómo vibramos con el resto del mundo, que también vibra. Y poder determinar en qué tiene sensibilidad la persona, para que se aleje de lo individual y se acerque al resto. La meta final es desarrollar empatía, tolerancia y entender la misión: servir a los demás.

En este camino se debe:

  • entender que es un proceso
  • escuchar las pistas ya existentes
  • tener deseo de conocer(se) y de cambio
  • tener apertura de responsabilidad, de no victimizarse

Entrar en el ‘no tiempo’ y uso de calendarios

La Cruz Maya se usa para leer la vida espiritual y material del ser, así como para leer el tiempo y el espacio. (Tomada de Nómada)

Los mayas llaman “no tiempo” al concepto relacionado con que somos almas con muchas vivencias (un alma vieja, un alma joven). Cuando a las personas les llama la atención esa idea, de explorar esa energía, entra en el no tiempo e intenta desentrañar capas de nuestras complejas emociones.

Para los mayas el tiempo es cíclico y usan múltiples calendarios para medirlo, entre estos:

  • calendario solar de 365 días
  • rueda calendárica de 52 años
  • la cuenta larga de 5.200 años
  • cuenta lunar de 18 meses de 20 días
  • calendario de Venus

En la interpretación de las energías, con el uso de “herramientas calendáricas”, se busca colocar a la persona según el día en que nació. También se usa la Cruz Maya. Ahí inicia el diagnóstico que realizan los contadores del tiempo y se elabora el plan.

Aceptación y tener paciencia serán dos aprendizajes claves, sobre todo si se considera el contexto familiar y social del cual venimos. Serán necesarias para un proceso. El crecimiento personal y las mejoras emocionales son posibles únicamente como proceso.

Dentro de ese camino, se llega incluso a lo que los mayas consideran el inframundo, un estado emocional al cual se entra para buscar emociones, heridas y lecciones muy profundas; con la idea de dejar ir, de rendirse, de desapego.

“Un estado mental del que aprendo, porque estaba en la oscuridad, me dolió, me cansé y cuando me canso es importante el rendir. Cuando la gente se rinde, esto ya no lo quiero, aparecen estos espacios.

“Lo primero es el diagnóstico. Luego aperturamos el no tiempo, y pedimos consejo. Estamos nosotros que humanamente hemos llegado hasta aquí. Y las energías nos dan la guía”, concluyó.

Si todo es energía y todos somos uno, la vibración nos puede guiar. ¿Estamos dispuestos a aprender a escuchar?

Previamente, Orozco ya había estado en el país invitada por la Universidad Nacional: