Christine Jenkins Tanzi
El Ministerio de Hacienda propuso a los diputados extender la exoneración de la canasta básica tributaria del Impuesto al Valor Agregado (IVA) durante un año más para no introducir el tributo durante la pandemia.
El proyecto de ley, que se presentó este jueves a la Asamblea Legislativa, también eliminaría la exoneración del impuesto sobre la renta al salario escolar de los trabajadores del sector público.
La exoneración del salario escolar representa un gasto tributario de ¢40.573 millones, o cerca del 0,12% del Producto Interno Bruto (PIB), según un estudio realizado por Hacienda para el 2018.
Con esto, los bienes y los servicios que conforman la canasta básica tributaria ya no estarían sujetos al pago del 1% de este impuesto a partir de julio 2020, sino hasta después del 30 de junio de 2021.
La propuesta tiene como propósito no impactar la capacidad de consumo de los hogares costarricenses, principalmente en los sectores con menos recursos, durante la emergencia por COVID-19, según Hacienda.
“Dado el incremento en los gastos como efecto de la pandemia y por el compromiso con la responsabilidad fiscal, es preciso acudir a una fuente de recursos que permita compensar los ingresos que recibiría el Gobierno de no darse la moratoria del cobro de IVA en canasta básica”, explicó Elian Villegas, ministro de Hacienda.
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La propuesta mantendría un monto exento y a partir de ahí se aplicaría el mismo porcentaje de impuesto escalonado que ya se utiliza para gravar los salarios, por lo que sólo pagarían salarios superiores a ¢840.000.
El salario escolar pagado a inicios de cada año no es un pago adicional sino un aumento diferido que le se le paga a los empleados públicos como parte de su salario ordinario, según la conclusión a la que llegaron por unanimidad los magistrados de la Sala Constitucional durante mayo del 2020.
El exdiputado Otto Guevara había presentado una acción en contra de la remuneración, al considerar que esta no había sido creado por las oficinas encargadas.
Para justificar la postura la Sala retomó su sentencia 722-98 donde ya se había reconocido al salario escolar como “una suma que ya se encontraba dentro del patrimonio del trabajador por cuanto ya había sido reconocida por éste e incluida dentro del salario a percibir, sólo que se le paga en forma diferida”.
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Christine Jenkins Tanzi
