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Historias del Bicentenario: La Costa Rica globalizada | 1971-2021

A miles de kilómetros de Costa Rica sucedió una guerra que causaría estragos en la economía nacional. El 6 de…

Por Harold Leandro

Tiempo de Lectura: 8 minutos
Historias del Bicentenario: La Costa Rica globalizada | 1971-2021
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A miles de kilómetros de Costa Rica sucedió una guerra que causaría estragos en la economía nacional. El 6 de octubre de 1973, Egipto y Siria invadieron a Israel, lo que desata la guerra de Yom Kippur (Día de la Expiación), la cual se saldría con la victoria de los hebreos tras 19 días de hostilidades.

El 23 de agosto de ese año y en represalia contra los países de Occidente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) detuvo la producción de crudo y estableció un embargo para los envíos petrolíferos hacia Occidente, acción que desencadenó la primera gran crisis económica desde la II Guerra Mundial.

La gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo provocó una prolongada recesión y aumentó notablemente la inflación, efectos que duraron hasta principios de los años 80.

Como es característico en las crisis cíclicas del capitalismo, cuando las potencias (Estados Unidos e Inglaterra) sufren una debacle, lo primero que hacen es dejar de comprar (o hacerlo a precios muy baratos) los artículos que importa, en especial, los denominados “postres”. Por ello, Costa Rica sufrió un nuevo embate con su producción agrícola de café, banano y azúcar tras la guerra de Yom Kippur.

La cruel crisis de los 80

Rodrigo Carazo Odio (1978-1982) le hizo frente a la crisis del petróleo. Foto “Colección histórica del Museo Nacional de Costa Rica”.

Así, durante la administración de Rodrigo Carazo Odio (1978 y 1982), el colón, pasó de cambiarse a ¢8,60 por dólar a casi ¢45. Y no solo se quintuplicó el precio de la divisa, sino que la pobreza llegó hasta el 54% en el país.

Fueron años muy duros para los costarricenses, que debían hacer fila en los “estancos” del Consejo Nacional de Producción (CNP) para comprar los alimentos de primera necesita, los cuales fueron racionados.

En ese marco de quebranto, aparece otro factor desequilibrante: La Guerra Fría, un conflicto entre dos superpotencias que al no poder enfrentarse entre sí por la gran capacidad de destrucción nuclear que poseen, decidieron dirimir sus diferencias en sus países satélites.

Por ello se generó una gran tensión entre los países del área, en especial entre la Nicaragua sandinista y sus vecinos, una situación que amenazó con llegar a una conflagración general.

Plan de Paz

Esta realidad fue el escenario perfecto para que surgiera un nuevo paradigma en la política costarricense: Óscar Arias Sánchez enarboló la bandera de la paz y logró que su plan fuera aceptado, lo que conllevó al fin del conflicto, un hecho que le deparó el primer Premio Nobel de la Paz para la región.

Este pergamino aceleró un cambio que ya experimentaba la economía costarricense, dado el empuje que asumió el turismo como industria, el cuál comenzó a superar en importancia a los productos tradicionales (café, banano y azúcar).

Con pasos de gigante, entre 1989 y 1994 el turismo pasó de $206 millones del PIB a $625 millones. Y continúo su aumento ascendente, dado que en el 2005 fue de $1.599 millones y en el 2014, llegó a $2.630 millones para convertirse en el número uno.

No solo aumenta en cuanto a ingresos, sino que vive una gran diversificación y ya no solo es el tradicional sino que crece con el médico, el deportivo, el de avistamientos (aves, ballenas, delfines, lagartos), de convenciones, etc. Además, han despuntas otros sectores económicos, como la producción de artículos tecnológicos (dispositivos médicos y chips) y servicios (centros de llamadas).

Nuevo paradigma

En este periodo también aparece al neoliberalismo, una corriente impulsada por la Universidad de Chicago, con Milton Friedman como máximo gurú, según la cual la participación del Estado en la vida económica era improcedente.

Laura Chinchilla (2010-2014) es, hasta el momento, la última Presidenta de República que fue electa por el Partido Liberación Nacional. Foto tomada de museocostarica.go.cr.

Surgen así los Programa de Ajuste Estructural (PAES), una receta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso en las naciones subdesarrolladas.

En Costa Rica se firmaron tres PAES. El primero se aprobó en 1985 con el presidente Luis Alberto Monge, el segundo en 1989 con Óscar Arias Sánchez y tercero en 1995 con José María Figueres.

De esta forma, el Estado costarricense fue parcialmente reducido para ser ajustado a las nuevas reglas.

Se rompe el bipartidismo

Surgido de la apatía hacia agrupaciones tradicionales, el Partido Acción Ciudadana nació en 2000 y logró pasar a un balotaje en 2014, en el que venció al PLN y coronó como mandatario a Luis Guillermo Solís Rivera (8 de mayo de 2018-8 de mayo de 2018).

Para mayor infortunio de los dos partidos tradicionales más grandes (el PLN y el PUSC), en la siguiente elección ni siquiera logran colarse en la segunda ronda, la cual disputaron una agrupación pentecostal (el conservador Restauración Nacional, comandada por Fabricio Alvarado) y el PAC, cuyo candidato fue Carlos Alvarado, quien venció en las urnas y fue electo para el periodo constitucional que arrancó el 8 de mayo de 2018 y se mantiene en el poder.

En octubre del 2020, el gobierno de Alvarado tuvo que sortear una fuerte protesta popular debido al plan del Gobierno de conseguir un crédito por $1.750 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual supone una subida de impuestos.

Llega la pandemia

El 20 de julio del 2021, el Ministerio de Salud aprobó mezclar las vacunas AstraZeneca y Pfizer para primera y segunda dosis y en caso de faltantes. Foto tomada de ministeriodesalud.go.cr.

Tras casi dos años de asumir el mandato Carlos Alvarado, en Costa Rica aparece el primer caso de covid-19. Se trató de un médico de 54 años que arribó al aeropuerto Juan Santamaría procedente de Tocumen (Panamá), el 22 de febrero de 2020. El 7 de marzo fue confirmado positivo.

El covid-19 es la muestra más palpable de la globalización que vive hoy el planeta, proceso que arrancó con la caída del Muro de Berlín y con ello el final de la Guerra Fría. Y para muestra un botón: con la pandemia, China -país donde inició el contagio- cerró temporalmente sus fábricas, lo que hizo paralizar el 30% de la producción mundial de manufactura.

Los expertos coinciden en que la Covid-19 empezó a China. Archivo de AFP.

Este fenómeno está basado en el aumento generalizado de la interconexión entre las diferentes naciones del mundo (en lo económico, político, social, tecnológico, etc.). O sea, todos dependen de todos y necesitan depender de todos, pues se vive en una interdependencia económica, donde las empresas y los mercados sobrepasan las fronteras nacionales y alcanzan una dimensión mundial dado el incremento en el volumen y complejidad de los intercambios de bienes y servicios en la economía planetaria.

Internet y otras herramientas tecnológicas se convierten en armas vitales para sobrevivir en este ambiente, pues los mercados están interconectados, lo que implica que cualquier productor compite con todos los productores del mundo.

Cada es más descarnada la competitividad, pues se debe pujar con empresas que aplican mejor  tecnología y mayor innovación, entregando cada vez mejores productos producidos a costos bajos.

Si bien en este contexto Costa Rica no podría competir con las grandes naciones, como Estados Unidos y China, sí ha conseguido posesionarse en aspectos muy concreto de la producción mundial, como la producción de artículos tecnológicos -dispositivos médicos y chips- y brindar servicios, como centros de llamadas.

Personaje histórico

El Nobel de la Paz

Óscar Arias Sánchez ganó el Premio Nobel de la Paz en 1987, gracias a su plan para detener las hostilidades en Centroamérica. Foto tomada de museocostarica.go.cr.

Óscar Arias Sánchez. Nació el 13 de septiembre de 1940 en San José.

Este abogado, economista, politólogo y empresario costarricense fungió como Presidente de la República en dos períodos: 1986-1990 y 2006-2010. En el primero lanzó el Plan de Paz para Centroamérica, con el que evitó que los enfrentamientos en la región, producto de la Guerra Fría, llegaran a la conflagración general. Ello de deparó el Premio Nobel de la Paz en 1987.

Arias llegó la Presidencia, por primera vez, el 8 de mayo de 2006 (hasta el 8 de mayo de 2010), logró revertir un cuadro poco alentador y darle una salida política para la tirantez que imperaba en Centroamérica en el marco de la Guerra Fría.

Su planteamiento es tan sencillo como efectivo: La única forma de traer la paz en la región es la democracia y no la fuerza.

La Revolución Sandinista, que tumbó al dictador Anastasio Somoza Debayle en Nicaragua supuso un reacomodo de fuerzas  en el área centroamericana, pues las potencias (Estados Unidos y la Unión Soviética) pondrían a la región en el ajedrez su confrontación indirecta (llamada Guerra Fría).

El régimen de Daniel Ortega cada vez se acercaba más a La Habana y a Moscú, mientras Washington respondía financiando, armando y dirigiendo una guerrilla de derecha (el rescoldó de lo que dejó el ejército del asesinado Somoza en Asunción, Paraguay) que tenía bases en Honduras (Frente Norte) y Costa Rica (Frente Sur).

La situación escaló hacia altos niveles de tensión, pues los tres países se acusaban mutuamente de ayudar al enemigo. Para complicar aún el panorama, la izquierdista guerrilla salvadoreña, llamada Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, tuvo un aumento en su capacidad de fuego y de poner en aprietos al gobierno adepto a Estados Unidos.

El ambiente en Costa Rica era particularmente tenso. Sin ejército, se veía cada más inmersa en la conflagración, debido las presiones que sin disimulo ejercía la diplomacia norteamericana y los sectores conservadores ticos.

Aunado a ello, cada vez eran más los nicaragüenses que ingresaban al territorio nacional huyendo de confrontación bélica y del reclutamiento militar obligatorio que impuso el sandinismo.

Todo ello conllevó un aumento en la demanda de servicios básicos para miles de personas que llegaban en busca de paz, comida, salud y abrigo.

Vanamente, las naciones del área se enfrentaban en una guerra cuyos verdaderos intereses estaban en Washington y Moscú, que podían las armas y las ideologías, mientras en el área se ponían los muertos.

Óscar Arias recibió el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 1987 en Oslo Noruega. Foto tomada de arias.or.cr.

El Plan de Paz proponía que en los países que hubiera conflicto (Nicaragua, El Salvador y Guatemala) se pusiera fin a las hostilidades, se realizaran elecciones libres, acuerdos de paz, procesos de reconciliación nacional, el término de toda asistencia para las fuerzas militares irregulares, negociaciones sobre el control de armas y asistencia a los refugiados.

De inmediato, la iniciativa fue torpedeada por Estados Unidos y los sectores conservadores criollos, que exigían la derrota militar del Sandinismo como única opción a la paz.

Arias obtiene una victoria significativa en la reunión de Esquipulas II (Guatemala), donde los cinco presidentes centroamericanos aceptan someterse a los acuerdos tomados. Fue precisamente esta decisión que detuvo la escalada de violencia que se vivía en el istmo y garantizó la continuidad democrática en Costa Rica.

Como cereza al pastel, Comité Nobel reunido en Oslo designó Arias como galardonado de 1987, un premio que no solo cimentó el proceso de paz, sino que le dio renombre al país en todo el mundo, en especial, en Europa.