Mariana Mena
Durante más de dos años muchas instituciones se vieron afectadas en sus ingresos como consecuencia de la pandemia de covid-19. Este es el caso del Hogar Carlos María Ulloa, que dejó de percibir ¢400 millones de colones.
“El hogar históricamente ha recibido donaciones por concepto de alquileres como el edificio de la librería Lehmann o el salón de patines en Guadalupe, entre otros, que por falta de alquiler nos generaron pérdidas.
“A nivel económico han sido dos años y medio muy difíciles. Tuvimos una gran pérdida económica, los recursos que generamos como propios son un 70% del presupuesto”, explicó Marcos Rodríguez, administrador del Hogar Carlos María Ulloa.
Está institución se financia en un 60% de fondos propios y un 40% de fondos públicos, de instituciones como el Ministerio de Trabajo, Conapam y la Junta de Protección Social (JPS).
Las dos últimas instituciones inclusive hicieron presupuestos extraordinarios para cubrir los gastos básicos como: alimentación, suministros médicos y pañales.
“La pandemia nos obligó a tomar decisiones rápidas en el momento y con las limitantes del presupuesto para poder dar abasto hicimos una restructuración y debimos prescindir de 35 colaboradores, para buscar un punto de equilibrio
“Los precios de los insumos médicos se aumentaron, por ejemplo 1 caja de guantes que costaba ¢1.500 la caja, paso a ¢9.000, además de que proveedores de años ya no nos dieron crédito”, enfatizó el administrador.
Hogar tiene una población de 210 adultos mayores. Imagen cortesía Hogar Carlos María Ulloa
Meses de crecimiento
De acuerdo con Rodríguez, en los últimos ocho meses han visto un crecimiento en los ingresos al alquilarse más locales y esperan que a finales de este año puedan llegar a cubrir el faltante producto de la pandemia.
“Hemos ido creciendo en los últimos 12 meses, vemos una curva de alza en donde están ingresando adultos de diferentes programas y el pago familiar que nos ayuda para ir alcanzando una estabilidad”, señaló el funcionario.
Cuando se inició la emergencia por covid había 147 adultos, en este momento hay 210 que viven en salón y casitas separadas en la misma propiedad. El hogar tiene una capacidad para recibir hasta 265 adultos mayores.
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Brotes de covid
Según la información del administrador del Hogar Carlos María Ulloa, en el pico más alto de la pandemia hubo un brote que infectó a 22 personas, tras la vacunación las tasas de contagio no supera los cuatro adultos.
“Hemos notado en nuestra población que al completar el esquema, los adultos que salen positivos por covid tienen síntomas muy leves, casi comparables con una gripe.
“Consideramos que además por la acción en temas como el lavado y desinfección de la ropa es que no tuvimos el fallecimiento de ningún adulto por esta enfermedad”, finalizó.
Y es que el hogar realizó un gasto de ¢4 millones para poder fabricar batas y cumplir con los protocolos de lavado y desinfección de la ropa, de acuerdo con Rodríguez por día se lavan 1.000 kilos.
El hogar recibe personas con discapacidad, y cuenta con casitas separadas pero en la misma propiedad. (Cortesía Hogar Carlos María Ulloa)
