Tomás Gómez
La primera muerte por COVID-19 se registró el 18 de marzo y fue un hombre, de 87 años y vecino de Alajuela, un perfil que domina en las estadísiticas deletalidad, que este martes llegaron a los 1.000 muertos.
El dato se alcanza justo el día que Costa Rica llega a 7 meses de los primeros diagnósticos de COVID-19 y muestra algunos elementos llamativos.
El sexo, la edad y el lugar de residencia muestran interesantes tendencias para comprender la huella de la pandemia en el país.
MENOR CONTAGIO, MAYOR LETALIDAD
De un total de 82.142 casos de COVID-19, apenas 5.530, es decir, 6,7% son adultos mayores.
La cifra, sin embargo, es nada optimista pues se trata de un grupo donde la letalidad duplica el promedio nacional.
Mientras no han muerto menores de edad y apenas 1 de cada 211 adultos contagiados lo hacen, entre los adultos mayores los fallecidos con 1 de cada 8, es decir, la letalidad sube al 12%.
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Dividiendo aún más la edad, se denota como el grupo entre los 70 y los 79 años lleva la peor parte.
HOMBRES SON MAYORÍA
En apego a la tendencia internacional, también en Costa Rica los hombres engrosan los datos de la pandemia.
En el total de casos el sexo masculino acumula el 52% y por muertes, el porcentaje sube al 62%.
Al respecto, a nivel internacional surgen diversas hipótesis sobre las diferencias naturales entre hombres y mujeres.
Los sistemas inmunológico y endocrino tendrían los principales impactos, explicó esta semana un reportaje de la BBC.
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Las razones no están del todo claras, hay hipótesis y teorías que apuntan a procesos que se dan dentro de los sistemas inmunológico y endocrino.
“Ahora tenemos datos claros que sugieren que el panorama inmunológico en los pacientes con COVID-19 es considerablemente diferente entre los sexos y que estas diferencias podrían ser la base de una mayor susceptibilidad a la enfermedad en los hombres”, señaló a la publicación Akiko Iwasaki, profesora de Inmunobiología y Biología Molecular, Celular y del Desarrollo de la Universidad de Yale.
LUTO POR TODO EL PAÍS
Alajuela fue el primer epicentro de la pandemia en el país y la segunda ola golpeó con fuerza a San José, a la fecha, ambas son de las localidades con peores indicadores.
Para dimensionar, solo San José, Desamparados, Alajuela, Heredia y Alajuelita acumulan el 48% de las muertes.
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Además, solo 11 de los 82 cantones no han tenido al un fallecimiento relacionado al COVID-19.
Porcentualmente, las muertes son menores a otros países
Aunque Costa Rica perdió los datos excepcionales a nivel mundial que tuvo al inicio de la pandemia, la letalidad sigue siendo más baja a nivel global.
Según el último corte de la Univerdad Johns Hopkins, el mundo va por 35.659.199 contagios de COVID-19, de los cuales 1.046.831 no han superado la enfermedad, para una tasa del 2,93%.
Para el caso costarricense el indicador está en 1,2%, lo que representa una leve alza en las últimas semanas que, sin embargo, sigue lejana a los peores récords.
El dato de muertes es aún más llamativo en comparación a los vecinos latinoamericanos, donde el golpe ha sido más profundo.
Países como México -con el 10,3%, Ecuador -8,2 %- o Bolivia -5,9- dan fe de ello.
País superó mejores previsiones
El millar de muertes alcanzado este martes supera, además, las proyecciones más optimistas mostradas por entes internacionales al inicio de la pandemia.
En esa lista destaca el estudio “Impacto global de COVID-19 y estrategias para la mitigación y supresión“, un modelo matemático dirigido por Neil Ferguson del Imperial College de Londres.
Su presentación al inicio de la pandemia no tuvo buena acogida pero ya se supera el escenario más favorable.
Según el estudio, el mejor panorama incluía llegar a los 1.000 muertos, pero en un plazo de 18 meses.
De ahí en adelante, las posibilidades variaban según el cumplimiento de medidas sanitarias, destacando un fatídico número de 30.000 decesos si no se hubieran impuesto restricciones desde un inicio.
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