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Dra. Carla Gillen para El Observador
Según la OMS, la salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad de una persona. No es meramente la ausencia de disfunciones, incapacidades o trastornos sexuales.
Es por lo anterior que las mujeres y sus parejas deben procurar entender sobre la fisiología del ciclo menstrual y sus cambios con respecto al deseo sexual.
Las hormonas sexuales femeninas preparan nuestro aparato reproductor para la concepción y afectan a nuestro estado de ánimo, el deseo y a la respuesta sexual. Las principales hormonas en este ciclo son los estrógenos, la progesterona y la testosterona.
Los neurotransmisores también juegan un papel importante en el deseo femenino, principalmente las endorfinas, serotonina, oxitocina y dopamina.
En las distintas fases del ciclo menstrual los niveles hormonales varían, afectando directamente nuestro estado de ánimo y a nuestro líbido. Los estrógenos aumentan el deseo sexual y elevan el estado anímico al interactuar con los “neurotransmisores de la felicidad”, mientras que la progesterona los reduce.
Aunque cada una mujer es un mundo, diversos estudios han determinado que el deseo sexual comienza a manifestarse en el momento de la menstruación; va aumentando hasta alcanzar su pico más alto a mitad del ciclo, justo antes de la ovulación coincidiendo con niveles elevados de testosterona.
Es importante mencionar que el deseo sexual no depende exclusivamente de las hormonas. Está relacionado con aspectos psicológicos y emocionales.
El deseo sexual no solo cambia en las distintas fases del ciclo menstrual sino que fluctúa en las distintas etapas de la vida de una mujer por motivos como: embarazos, menopausia, enfermedades sistémicas, medicamentos o aflicciones personales entre otras cosas.
No existe un numero mágico para definir el deseo sexual bajo. Sin embargo, si le preocupa la falta de deseo sexual, o éste ha cambiado sustancialmente en el tiempo es hora de consultar con una persona doctora en ginecología.
La salud sexual es parte esencial de la vida de todos y tenemos la responsabilidad de buscar ayuda si no logramos una vida sexual satisfactoria.
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