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Hospital de Turrialba contrató traductora cabécar para mejorar atención a población indígena

Hospital busca romper barrera idiomática

Por Candy Araya

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Hospital de Turrialba contrató traductora cabécar para mejorar atención a población indígena
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Con el propósito de asegurarse que los pacientes indígenas comprenden las indicaciones médicas, las autoridades del hospital William Allen Taylor de Turrialba contrataron los servicios de una traductora que habla español y cabécar.

Se trata de Ericka Herrera, una joven de 19 años que se preparó como técnica para asistir a pacientes y que también es indígena; ella aprendió a hablar el español en un centro educativo de Grano de Oro del cantón de Turrialba  orientada por su padre.

Reside en una comunidad que se llama Sinoli a la que se llega por trillos entre las montañas de Chirripó y ella ahora se ha convertido en un puente de comunicación entre el personal del hospital y los pacientes indígenas.

Tiene casi un mes de estar trabajando en el hospital y su función vino a llenar un vacío que sentían médicos, enfermeras, farmacéuticos, microbiólogos y administrativos que laboran en el William Allen al no poderse comunicar con la población indígena que llega a ese establecimiento de salud en procura de atención. 

El personal hospitalario ha ensayado de todo: señas, pictogramas y la señalización de todo el hospital en ambas lenguas para que esta población se oriente en el centro hospitalario.

María Eugenia Villalta, directora de ese centro de salud, dijo que la función que desempeña la traductora cabécar es fundamental porque ella pasa visita con los médicos y convierte el mensaje médico en una explicación sencilla para los indígenas y al mismo tiempo, ellos pueden expresar y manifestar sus dolencias sin ninguna barrera idiomática.    

Esta idea surgió porque el personal del William Allen se encuentra todos los días frente a pacientes con quienes es muy difícil comunicarse .

Ericka Herrea se preparó como técnica para atender pacientes. (Cortesía CCSS)

Mejor comunicación

Con la incorporación de Ericka Herrera, como una intermediaria entre los pacientes indígenas y el personal hospitalario, se redujo la impotencia que sentían tanto el persona médico como los pacientes.

Herrera reconoce que la población indígena es muy tímida, desconfiada y siente vergüenza al hablarle a los médicos. Con ella los cabécares son más expresivos y manifiestan sus dolencias sin tapujos lo que está facilitando la atención y el abordaje terapéutico de la población Cabécar que asiste a este hospital.

Se estima que mensualmente, el servicio de Emergencia del William Allen atiende a 145 indígenas y en este primer trimestre del 2019, el 62% de la población pediátrica egresada del servicio de Pediatría era Cabécar con diversas dolencias, pero las más comunes son las infecciones respiratorias agudas.

La funcionaria ha explicado varios protocolos a la población indígena. (Cortesía CCSS)

Vínculo cultural

La doctora Anabelle Somarribas, jefa del servicio de Pediaría del William Allen, explicó que la función de la traductora ha sido vital para el entrenamiento de la población en diversas prácticas como es el caso del lavado de manos y el protocolo del estornudo. 

A la traductora se le explicó ambas técnicas para que la enseñara a los pacientes y a los familiares con muy buenos resultados pues ahora la población indígena asumió esta práctica.

Como parte de los cambios hechos en el hospital, también se compraron sillones confortables para que las madres puedan permanecer con sus hijos mientras son internados.

El plátano es uno de los alimentados más consumidos por la población indígena y hay anuencia del hospital a evaluar con las profesionales en nutrición la introducción de esta verdura en el menú hospitalario.

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