Christine Jenkins Tanzi
Una fábrica de productos alimenticios pidió suspender 128 puestos, una empresa de servicios financieros solicitó a 154 mientras que 63 restaurantes pondrían en pausa a 684, según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
También, 27 empresas hoteleras pidieron suspender 4.075 trabajos, un 62% de todos los puestos que buscan aprobación del Ministerio temporalmente dejar de pagarle a estos trabajadores ante la crisis causada por el nuevo coronavirus.
En total, 200 empresas presentaron solicitudes de suspensión para 6.528 puestos durante la semana, según el conteo del Ministerio a las 4:00 pm del viernes. Ante un evento de fuerza mayor, como la emergencia por el COVID-19, los empleadores pueden recibir el aval de la Inspección de Trabajo para interrumpir el pago a sus empleados sin terminar el contrato de trabajo.
“Si bien sabemos que las personas se quedarían sin una retribución, pues igualmente es un mecanismo que posibilita el evitar que las empresas tengan que cerrar y evitar los despidos”, según Geanina Dinarte, ministra de Trabajo.
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Con un decreto emitido esta semana, el Gobierno introdujo un plazo de dos días hábiles para resolver el caso una vez presentado y eliminó ciertos requisitos para agilizar el proceso, como las entrevistas de campo.
Sin embargo, también introdujo requisitos como incluir una declaración jurada de que está al día con los pagos de las cargas sociales ante la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Seguros (INS).
En aumento
Las solicitudes han venido en aumento durante la semana, desde 365 puestos al cierre del martes, 1.564 el miércoles y 5.105 el jueves.
Sin embargo, el número de trabajadores afectados puede ser aún mayor que esto, dado que los despidos no se debe informar al Ministerio.
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) adviritió esta semana que el desempleo podría alcanzar 19%, aumentando desde 12% en su última medición, ante el impacto el turismo que se quedaría sin ingresos ante las medidas tomadas para combatir el coronavirus.
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Pamela Jiménez, investigadora del Programa Estado de la Nación, consideró que que es difícil estimar las repercusiones sobre el empleo y la producción ante la incertidumbre por la duración del brote.
El impacto del cierre de fronteras entre marzo y abril se pude estimar a partir de los datos del 2018, cuando se registraron casi una quinta parte del total de llegadas internacionales de ese año, según Jiménez.
Los servicios de alojamiento y agencias de viaje en conjunto representan más del 15% de la producción turística del país y además son importantes demandantes de insumos de otros sectores mediante fuertes encadenadmientos.
“Esto quiere decir que el impacto económico del cierre o recorte en las ventas de hoteles afectará de forma extendida otros sectores. Más de una cuarta parte del gasto de los servicios de alojamiento se destinan a la compra de insumos como energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, comercio y actividades especializadas de la construcción”, agregó Jiménez.
Christine Jenkins Tanzi
