Redacción El Observador
En pocas horas, al ser el mediodía de este sábado, decenas de liberianos se tirarán a las calles – a pie o como jinetes – para vivir una edición más del Tope de Toros, declarado patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica.
El evento es una tradición en el cantón guanacasteco. Los participantes toparán el ganado al Puente Real, como dicta la costumbre, y lo llevarán en arreo por la Calle Real y otras vías de la ciudad, hasta el toril de la Plaza Camilo Reyes, en barrio Los Ángeles, según detalló el Ministerio de Cultura.
Verónica Navarro, presidenta de la Asociación de Cultura de Liberia, recordó que las personas preparan la fiesta desde antes.
“En las fincas, solares y cuadras, es lo propio socatear, herrar, mojarrear y raquetear los caballos de trabajo para chalanear en las fiestas. Lo mismo que encebar las albardas de cuero, lavar los peleros, asolear los aperos de crin, así como el fastuoso pellón de cuero y crin, nuestro apero liberiano de fiesta”, describió en un comunicado de prensa del Centro de Patrimonio Cultural.
La Comisión de Fiestas Liberia 2020 y la Asociación organizan el tope, con la emoción añadida de celebrar la nueva declaratoria como patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica, otorgada mediante decreto legislativo en setiembre de 2019. Además desde 2013 fue declarada patrimonio cultural inmaterial liberiano y guanacasteco.
Aunque hoy se realiza la edición “de gala” del Tope de Toros de Liberia, durante varios días hay desfile con los caballos y toros, concretamente cada vez que hay “montadera” (monta de toros en la plaza), durante las fiestas cívicas.
Originalmente se topaban a los toros que iban a ser colocados en el ruedo esa tarde. Pero hoy es un acto simbólico, ya que no son los toros de monta, sino ganado manso.
Casi 150 años de tradición
Los jinetes se visten de blanco y caqui, en honor al sabanero y algunas mujeres optan por el colorido traje típico guanacasteco. Los caballos son ataviados a la usanza guanacasteca, muy diferente a los topes del Valle Central. (Asociación Cultura de Liberia=
De acuerdo con Patrimonio Cultural el tope se realiza desde al menos 1877. Este dato se encontró en un documento en custodia del Archivo Nacional, mediante una investigación realizada por María Soledad Hernández, historiadora del Centro de Patrimonio Cultural.
En la actividad se reúnen autoridades, caballistas, payasos, bandas musicales y cimarronas y la reina de las fiestas cívicas, en el Puente Real, patrimonio histórico-arquitectónico. Ahí topan al ganado y al ser las 12:00 md inician con juego de pólvora el arreo de los animales.
Se moverán por los cuatro barrios fundadores del cantón: Condega, La Victoria, Los Cerros y Los Ángeles, hasta el toril de la Plaza Camilo Reyes.
Además se vive la música con cimarronas y marimbas, así como artesanías elaboradas con crin de caballo y cuero, comidas tradicionales, mascaradas o payasos, bailes típicos y vocablos usados por los sabaneros, entre otras.
Se muestran tradiciones distintas a los topes en el Valle Central, como el pellón liberiano, reservado para las ocasiones especiales.
Es un cobertor hecho de cuero multicolor en su sentadero con crines de cola de caballo que cuelgan a ambos lados y que se usa sobre la albarda de cuero.
Según explicó Navarro, se atribuye a Francisco Gutiérrez Santana, mejor conocido como “don Pichico”, el diseño y creación del pellón liberiano hace más de 90 años.
El pellón es característico de Liberia, está hecho a mano con cuero en el asiento y adornado a los lados con crin de caballo. (Centro de Patrimonio Cultural)
