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ICE y gobierno insisten en responsabilizar a la CNFL por problemas financieros pese a que la entidad muestra números positivos

El pasado 29 de junio el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció que someterá a la Compañía Nacional de Fuerza…

Por Hermes Solano

Tiempo de Lectura: 4 minutos
ICE y gobierno insisten en responsabilizar a la CNFL por problemas financieros pese a que la entidad muestra números positivos
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El pasado 29 de junio el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció que someterá a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) a una reingeniería financiera como parte de medidas severas ante lo que consideran una mala gestión.

Antes, el 4 de mayo en su discurso ante la Asamblea Legislativa, el presidente Carlos Alvarado responsabilizó a la subsidiaria por los problemas financieros que estaba afrontando el ICE.

Sin embargo, en los estados financieros al 31 de diciembre de 2020 (con datos de 2019) auditados por la empresa KPMG fueron limpios, es decir, cumplieron las normas.

“En nuestra opinión, los estados financieros presentan razonablemente, en todos sus aspectos importantes la situación financiera de Compañía Nacional de Fuerza y Luz S.A. al 31 de diciembre del 2020 y su desempeño financiero y sus flujos de efectivo por el año terminado en esa fecha de conformidad con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF)”, dice la auditoría.

Además, en el último año, Fuerza y Luz reportó ganancias por ₡9.000 millones, según los estados financieros.

A pesar de eso, en el ICE insisten en que los negocios hechos por la compañía han afectado la sostenibilidad financiera del Grupo.

“La CNFL ha desarrollado proyectos de generación con costos financieros altos y una generación menor a la estimada, hechos que han deteriorado algunos de sus indicadores financieros y de liquidez”, indicó Juan Carlos Pacheco, gerente de finanzas del ICE.

“Debido a esto, el ICE, mediante su Consejo Directivo, y la CNFL, a través de su Consejo de Administración, han tomado acciones con el objetivo de corregir la situación”, siguió en su respuesta a El Observador.

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Dudas y pérdidas

Grupo ICE presentó deudas por más de ₡110.000 millones en el 2020 y la auditoría externa realizada por KPMG presentó salvedades en varios temas que dejaban inconsistencias sobre miles de millones de colones.

Hubo debilidad en temas como cuentas por pagar, inventario, saldo de efectivo, así como en el cumplimiento de los compromisos crediticios.

Según el gerente de finanzas, las pérdidas del ICE no alcanzaron los ₡100.000 millones.

“El déficit de 2020 de Grupo ICE fue de ₡98.360 millones. Este dato se explica por las fluctuaciones cambiarias, que generaron gastos adicionales por ₡141.701 millones. La gran mayoría de estas fluctuaciones son no efectivas, es decir, no responden a erogaciones que haya ejecutado la empresa”, indicó Pacheco.

“Independiente del déficit negativo, el ICE se mostró solvente”, añadió.

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Medidas severas

El mandatario Alvarado habló de medidas severas sobre la CNFL que fueron dadas a conocer a finales de junio.

Alvarado cree que de no hacerlo la sostenibilidad del ICE se vería comprometida, aunque esta subsidiaria apenas representa un mínimo porcentaje de todo lo que es Grupo ICE.

“Tengo que ser claro: si como país no tomamos acciones drásticas, las malas decisiones tomadas en el pasado en la CNFL, van a comprometer la sostenibilidad financiera del ICE”, dijo el 4 de mayo a los diputados.

El mandatario habló de dos de los proyectos desarrollados por la CNFL: Balsa Inferior y el Planta Eólica Valle Central, calificados por el mandatario como “mal planificados y ruinosos”, pues pusieron al ICE en una situación económica compleja “por los altos costos financieros y el no reconocimiento tarifario de la totalidad de dichas inversiones”.

Ante esto, el ICE dice que por eso ya trabaja en conjunto con la CNFL para encontrar las soluciones.

“El Instituto trabaja con la Compañía en un conjunto de medidas contenidas en una Hoja de ruta para la estabilidad financiera, que mejoran los indicadores de la CNFL, conllevarán a disminuir costos y mejorarán en general su situación financiera”, afirmó esta semana el gerente financiero de la institución.

Esa hoja de ruta planteó varias medidas a aplicar:

  • La optimización de gastos
  • La renegociación de deudas
  • La creación de un fondo inmobiliario
  • Pasar los préstamos de dólares a colones
  • Incursionar en nuevos negocios
  • Convertir el teletrabajo en un modelo permanente

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Calificadora de riesgo

Además de las dudas generadas, luego de la auditoría externa, de la que el ICE se defendió aduciendo que se trataba de cifras de 2018 que fueron solventadas el año anterior, la institución sufrió una baja en la evaluación por parte de la calificadora de riesgo Fitch.

En 2014 estaba en BB+ y en la última evaluación apareció con B-, lo que implica que la empresa está más comprometida con sus operaciones crediticias.

La institución del Estado considera que esa calificación negativa se debe al riesgo que tiene el país.

“La razón principal obedece al efecto que tiene la calificación de riesgo soberano de Costa Rica, la cual se ha visto afectada por la actual condición fiscal. Por ser el ICE una institución estatal, la calificación del Gobierno incide en la propia, y puede ponerle un techo algunas ocasiones”, afirmó.

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“En el caso de Fitch Rating, en 2020 la calificación del ICE bajó junto con la del Gobierno; hoy, el Instituto y el Gobierno mantienen la misma”, siguió en su respuesta.

Según el ICE, con la empresa Moody’s ha logrado mantener una calificación B1, mientras que el Gobierno es B2.