Christine Jenkins Tanzi
El impacto económico de la pandemia COVID-19 es desigual para los hogares costarricenses.
Mientras un 83% con mayores dificultades reportaron un perjuicio, solo 24% con mejor situación presentaron problemas, según una encuesta de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Para el estudio se hicieron 701 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad de todo el territorio nacional, entre el 5 y al 19 de agosto.
El muestreo se realizó como un módulo especial de la encuesta trimestral de Confianza del Consumidor, para consultar si el coronavirus ha beneficiado, perjudicado o no ha cambiado la situación económica de su hogar.
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En total, las respuestas muestran un deterioro que abarca la mayoría de los hogares del país, con 68% que reconoció un perjuicio de su economía familiar mientras que 28,5% dijo que se mantuvo igual.
Sin embargo, los datos reflejan la “desigualdad del perjuicio” en la economía de los hogares que experimentan grandes dificultades económicas, los cuales representan un 17% del total.
Entre estos, 83,3% admite que el coronavirus los afectó económicamente mientras que un 15,8% considera que no les perjudicó.
Por el contrario, los hogares con mejores condiciones económicas y que incluso pueden ahorrar, solamente 24,3% dijo que el coronavirus los afectó, contra un porcentaje de 65,4% que no reportó afectación. Estos hogares representan un 15,2% del total de la muestra.
Según el investigador Johnny Madrigal, estos resultados reflejan la desigualdad del impacto en la economía familiar, que afecta más a los que menos tienen.
Para la Encuesta Trimestral de Confianza al Consumidor, siempre se consulta sobre los ingresos subjetivos del hogar, y en este caso se cruzó con la pregunta de si la pandemia los perjudicó.
“Hay un grupo que tiene malas condiciones económicas, pero el COVID las ha empeorado,” explicó Madrigal.
Reducción de jornadas, contratos suspendidos y despidos
Aunque el perjuicio económico que están padeciendo los hogares puede tener diversas explicaciones, una de las más importantes viene por la situación laboral de los miembros del hogar por la pandemia.
El 57% de los hogares del país posee al menos un miembro con perjuicio laboral por el COVID-19, ya sea que le redujeron la jornada laboral, suspendieron el contrato o fue despedido.
En el 31,8% de los hogares en los que al menos uno de sus miembros fue perjudicado laboralmente, estos no desarrollaron estrategias para generar más ingresos, pero 68,3% sí lo hizo.
Estos incluyen el teletrabajo, nuevas formas de ganar dinero en lo que hace o trabajando en otro oficio.
Además, el impacto ha sido severo para el 61% de las familias que reportaron una afectación en el ingreso laboral.
Específicamente, entre quienes reportaron una disminución del ingreso, 26,6% indica que el ingreso disminuyó más de la mitad, y 42,5% afirman que bajó entre 26% y 50%. Finalmente, 28,8% señala que el monto reducido es de una cuarta parte o menos.
Finalmente, en cuanto a la recuperación esperada, Madrigal señaló que los encuestados reportan mayor optimismo sobre su situación particular que la del país.
“El 2021 se visualiza como un año clave para que los hogares recuperen el nivel económico que tenían antes de la pandemia (48,7% piensa de esa manera) y para que se recuperen los trabajos perdidos por la pandemia (44,6%)”, detalla el reporte.
“No obstante, la expectativa para que la actividad económica del país sea como antes de la pandemia es menos positiva, pues solamente 25,5% espera que suceda
en 2021 y poco más de la mitad piensa que será después (24,5% en el 2022 y 27,6% en el 2023)”, agregaron.
Christine Jenkins Tanzi
