Marco Marín
Confusión, molestia y temor de posibles represalias comerciales. Así reaccionó la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos (Ceipp) del país, luego de que el MAG anunció, el martes, que restringirá el ingreso de aguacate de origen hondureño.
Dos días después, el portavoz de la cámara, Manrique Loáiciga, explicó que aún no han tenido acceso a los resultados de los análisis hechos por las autoridades. Esto para determinar si, efectivamente, se trata de una situación real o si es un caso similar al de México en el 2015.
Cabe recordar que, durante la administración Solís Rivera (2014-2018), el país suspendió las importaciones del aguacate Hass de ocho países, de los cuales México era el principal proveedor, debido a la enfermedad conocida como “sunblocht” o “mancha de sol”.
En ese entonces, las autoridades argumentaron el riesgo de ingreso de dicha infección. Tras mostrar una posición intransigente durante las negociaciones, el país norteamericano elevó el caso a la Organización Mundial del Comercio, en 2017.
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Espejismo
Para Loáiciga, la falta de información ofrecida por el Servicio Fitosanitario del Estado genera incertidumbre, especialmente, cuando la temporada de aguacate nacional está a un par de semanas de arrancar.
Con el objetivo de evitar represalias comerciales por parte del gobierno hondureño, el representante espera que la medida responda a una emergencia y no a otros factores.
“Nos cerraron México y ahora nos cierran Honduras. Hay una cosa muy importante y es que, en 15 días está saliendo la producción nacional de aguacate Hass de la zona de Los Santos. Lamentablemente, a veces el Fitosanitario acomoda las cosas a su gusto o al menos es el sabor que queda.
“Ahora, una cosa muy importante que hay que tomar en cuenta son las repercusiones. Por la medida urgentisima (…) tiene que seguir una normativa, ¿o va a hacer una chambonada de nuevo, al estilo México? Si la medida está mal tomada, vamos a ver a pocos días que Honduras nos aplique reciprocidad”, afirmó.
Por su parte, el ministerio de Comercio Exterior (Comex) confirmó que fue informada sobre el nuevo requisito de un certificado, que demuestre la ausencia de la enfermedad de “sunblocht” o “mancha del sol”, en las importaciones provenientes de Honduras.
Así lo confirmó el viceministro de Comex, Duayner Salas, quien no ahondó en mayores detalles, ante la consulta de este medio.
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En los últimos años, Honduras se ha convertido en una fuente de este producto para el mercado nacional. No obstante, en lo que respecta a la variedad Hass, fue hasta el año pasado cuando el país vecino hizo su primera exportación, según reportó en enero del año pasado el diario hondureño La Tribuna.
Según datos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras, poco más de 20.000 kilos se exportaron a territorio costarricense. Esto con la intención de acceder a nuevos mercados.
En lo que respecta a la variedad Antillano, Costa Rica desembolsó más de $2,6 millones durante el 2019.
Es por ello que, a raíz de dicha medida, tanto el sector importador como el exportador se podrían ver afectados. Esto terminaría afectando al consumidor costarricense, añadió Loáiciga.
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Escasez
A corto plazo, el representante afirmó que no espera un efecto de desabastecimiento dado que la producción nacional está a días de iniciar. No obstante, el mercado se podría ver afectado hacia octubre y noviembre cuando dicha temporada llegue a su fin.
Al mismo tiempo, el portavoz recordó que este tipo de acciones también repercuten en la opinión de otros socios comerciales. Como ejemplo, destacó el caso de Perú.
“Cuando el país cierra México dice: “O.k, les abro diferentes mercados para que busquen suplencia”. Pero ya nos han ido cerrando, lentamente, a punta de análisis o de reglas fitopatológicas”, dijo.
Loáiciga dio el ejemplo de Perú, que ya no quiere enviar aguacate al país, porque a pesar de que los análisis en su país dicen que la fruta está libre de sunblotch, cuando llegan los contenedores a Costa Rica, cerca de un 70% aparecen con la enfermedad. Añadió que las pérdidas pueden ser de hasta $80.000.
Marco Marín
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