Paula Ruiz
El Gobierno debe plantear ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), impuestos permanentes y no temporales, según indicó Pilar Garrido, ministra de Planificación.
Es decir, tienen que perdurar en el tiempo y no pueden realizarse por un período específico, como el que se pretendía con el de transacciones financieras.
El afán de un ajuste permanente tiene que ver con el interés de cambiar la trayectoria de la deuda, recalcó la ministra.
Ante esto, el Poder Ejecutivo buscó la forma de llenar el 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) con nuevos tributos.
OBSERVE MÁS: Gobierno analiza cuáles impuestos impulsará para obtener ¢200.000 millones al año
“El ajuste del 0,6% tiene que ser permanente, (El impuesto de) transacciones financieras tiene el tema de que se visualiza como medida temporal, habría que valorar si es potable que el Fondo lo considere así”, reconoció.
“Esa tiene el bemol que no solo tiene que ser políticamente viable, sino aceptada por el Fondo”, recalcó Garrido.
Hasta el jueves anterior, el Gobierno anunció que busca cubrir ese porcentaje del PIB con la eliminación de las siguientes exoneraciones:
- Al salario escolar: el Ministerio de Hacienda calcula ingreso por 0,12% del PIB
- Rendimientos a los fondos de pensiones complementarias, aportarían 0,17%
- Rentas de capital, con 0,13% y 0,02% del PIB
- A las remesas: con 0,14% del PIB
En total, se estiman ingresos por ¢209.000 millones equivalentes al 0,58% del PIB.
No más impuestos
Bancadas legislativas como Restauración Nacional han sido claros que no votarán ni más ni nuevos impuestos.
“Con impuestos no vamos, ya el pueblo dio lo que tenía que dar (…) y hay otros cambios que se podrían hacer como es reestructuración del Estado y gasto público”, manifestó Xiomara Rodríguez, jefa de la bancada restauracionista.
En el Gobierno tienen esto claro, y por eso buscan acercamientos con las bancadas para concretar acuerdos, según Garrido.
“El IVA, por ejemplo, hemos escuchado a fracciones que no estarían de acuerdo aún con la devolución entonces habría que ver cuál otra es viable en términos políticos”, declaró.
Aunque la vocera del Gobierno asegura que el FMI pedirá un plan en el que el mayor peso recaiga sobre los ingresos y no a la reducción del gasto, tras ser consultada sobre cuándo el Fondo emitió esa orden, cambió de versión.
Será a partir de la segunda semana de enero cuando la misión costarricense inicie negociaciones con el FMI con el afán de tener el visto bueno para obtener un préstamo por $1.750 millones.
OBSERVE MÁS: Congreso entierra préstamo por $250 millones con el BID
