Marco Marín
A medida que el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) busca acelerar el proceso de licitación de Puerto Caldera, el sector exportador nacional denunció que los esfuerzos de la entidad llegan tarde y ese retraso ha resultado en pérdida de competitividad.
El Incop confirmó, esta semana a El Observador, que estima entre tres a seis meses el tiempo de espera para tener el cartel de licitación internacional listo.
Agregó que las gestiones para determinar las especificaciones técnicas ya iniciaron. Dichas obras vendrían a ampliar la capacidad del muelle costarricense más importante en el litoral Pacífico.
Duras críticas
No obstante, desde la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) manifiestan que los trabajos debieron haber iniciado tiempo atrás. Y como consecuencia de esa lentitud, el sector ha visto como las tarifas de envíos aumentan.
En su comunicado de prensa, el gremio también tuvo críticas para Puerto Moín, en Limón.
“Puerto Caldera, al borde del colapso, se encuentra sometido recurrentemente al congestionamiento en el ingreso a la Terminal. Su ampliación debió haber iniciado desde que llegó al 55% de su capacidad.
“Hoy día opera a un 90%, lo cual está lejos de ser suficiente para suplir las necesidades actuales de los exportadores. Como consecuencia, los exportadores tenemos que pagar hasta un 30% más en los envíos de carga que se dirigen hacia el continente asiático.”, afirmó Cadexco.
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Más cuestionamientos
Además, aseguran que el atracadero no está en condiciones de lidiar con situaciones climatológicas de forma adecuada.
“Un ejemplo claro sucedió el 22 de mayo del presente año cuando los puestos de atraque 1,2 y 3 suspendieron operación durante 26 horas y el puesto 4 (granelero), suspendió operación por 60 horas por afectación de oleajes, mientras cuatro barcos esperaban en bahía”, lamentó la Cámara.
Mientras tanto, desde la Sociedad Portuaria de Caldera (SCP), mantienen la misma posición que han expresado desde el 2016, sobre su completa anuencia para modernizar el atracadero. Incluso, ofrecieron hacer una restructuración del contrato vigente y que vence en el 2026 para iniciar las obras.
En ese entonces, el propio presidente ejecutivo del Incop, Juan Ramón Rivera, afirmó que era la opción ideal.
Sin embargo, la Contraloría General de la República (CGR) no dio la autorización necesaria a principios de 2020. Por esta razón, las autoridades tuvieron que optar por un nuevo concurso público.
De momento, la SCP aseguró que la única comunicación oficial, a la fecha, es un acuerdo de la Junta Directiva del Incop. Así lo explicó el gerente general de la concesionaria, Ricardo Ospina, ante una consulta de este medio.
“La directriz instruye a la administración a iniciar los trámites para “una Licitación Pública Internacional, que permita estar listos al término de las concesiones vigentes, que finalizan en 2026”, añadió.
Aunado a esta situación, durante los últimos meses las exportaciones costarricenses que salen por el Pacífico han sufrido el agravante adicional. Esto, debido a un congestionamiento en los principales puertos marítimos de la costa oeste de los Estados Unidos.
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Largo camino
Desde el 2016, la SCP ha insistido en la necesidad de ampliar la capacidad de Puerto Caldera. Tanto la concesionaria como el Incop concuerdan en que el actual muelle está a capacidad máxima y urge de mejoras para mantenerse competitivo a nivel regional.
No obstante, el camino ha estado plagado de retrasos. Por ejemplo, fue hasta finales de 2019 que las autoridades presentaron la propuesta de modernización se encargó, a mediados del 2018, para la ampliación del atracadero.
Meses después, vino el primer revés de la Contraloría sobre la modificación del contrato actual con la SPC. Más recientemente, el ente contralor negó la solicitud del Incop para contratar de manera directa al consorcio Arcadis-Camacho y Mora. Ello, con el objetivo de llevar a cabo la etapa inicial de la licitación.
La CGR recordó que dicho conglomerado fue el mismo que desarrolló la hoja de ruta para las mejoras de dicho puerto.
Sobre este tema, el Incop recordó que “el camino seguido originalmente para la renegociación de los contratos existentes, conlleva una complejidad grande. Tanto en el plano jurídico como en el técnico, toda vez que existen dos contratos de diferente naturaleza jurídica”.
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Indemnización
Ante dicha situación, se consultó tanto al Incop como a la SCP sobre las negociaciones para determinar el monto de indemnización. Sin embargo, la entidad pública explicó que dependerá de la fecha en que se interrumpan los contratos actuales, por lo que aún es impreciso.
En el 2019, ante la consulta de El Observador, el Incop estimó en unos $70 millones el monto total para finiquitar el contrato. Eso sí, a falta de seis años en el acuerdo vigente.
Mientras tanto, desde la SPC confían en la institucionalidad del país para resolver este conflicto. Al mismo tiempo, se preparan para competir en la próxima licitación.
“Tenemos la voluntad y el respaldo de un operador internacional dispuesto a invertir inmediatamente con todas las garantías. Transparencia, los recursos y conocimientos necesarios para inyectar competitividad al puerto.
“Seguir retrasando esta decisión es muy perjudicial para el país y todos los costarricenses”, sentenció Ospina.
El puerto del Pacífico costarricense es la tercera aduana más importante en términos del valor de los productos que salen de sus instalaciones, solo por detrás del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y Puerto Limón.
En cuanto a tonelaje, Caldera maneja 1,1 millones de toneladas de las ventas del país al exterior. Eso representó un valor aproximado de $705.305 millones, durante el 2020, según cifras oficiales de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Expertos han estimado que esta situación de retrasos le cuesta al país cerca de $100 millones anuales.
Marco Marín
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