Sergio Arce
La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia) lamentó la noticia sobre la salida del país de la empresa Lala, que trascendió este martes.
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Cacia asegura que Lala generaba fuentes de empleo y encadenamientos con varios sectores productivos y comerciales.
En vista de este anuncio la gremial pide al Gobierno impulsar una agenda para la reactivación económica.
Malestar del sector
Maurizio Musmanni, presidente de Cacia, aseguró que la “coyuntura impone el deber de señalar aquellas razones por las cuales el país dejó de generar las condiciones para que compañías de este tipo puedan arraigarse en el país”.
“Desde hace varios años venimos señalando diversos factores que desmejoran el clima de inversión y las condiciones que el país requiere para generar más y mejor empleo”, subrayó Musmanni.
El llamado cobra especial relevancia en momentos cuando el Gobierno convocó en sesiones extraordinarias a la ampliación de reducción de jornadas. Pero no presentó ninguna iniciativa para la reactivación económica.
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Demandas ante el Gobierno
El empresario subrayó algunos puntos en los que el Gobierno no ha mostrado mayor interés.
- “Reprochamos los escasos avances en materia de apertura de mercados energéticos en procura de tarifas competitivas internacionalmente y sostenibles en el largo plazo.
- “Lamentamos el debilitamiento de la política comercial del país, que dejó de buscar una mayor transparencia, mejora logística, seguridad, eficiencia de pasos aduaneros, coherencia y armonización regulatoria y libertad del comercio regional centroamericano.
- “Lamentamos la mala utilización de los mecanismos de defensa comercial, que son sustituidos por criterios políticos que terminan reduciendo la competencia en productos esenciales en la cadena de abastecimiento.
- “Nos impacta la insensibilidad del Gobierno ante la necesidad de eliminar las distorsiones en los sistemas de precios de alimentos de diversa índole, causada por la política de regulación de precios del arroz.
- “Lamentamos el inexistente avance en procura de mayor flexibilidad para la contratación laboral, mediante políticas de reducción de las cargas sociales que asfixian el emprendimiento. O mediante el pago de las contribuciones a la seguridad social, según la carga laboral de la persona trabajadora.
- “Preocupa las señales que recibe la industria, por parte de diputados, que buscan sancionar a la industria alimentaria con más regulaciones, etiquetados de advertencia, impuestos específicos, orientados a reducir consumo y que tienen la capacidad de destruir valor de marcas y de compañías, construidas durante décadas.
- “Genera señales negativas la indiferencia, lentitud y carencia de determinación con que se puede avanzar en materia de eliminación de trámites y requisitos innecesarios, como es el caso del registro sanitario de productos de bajo riesgo sanitario.
“Al igual que cualquier sector productivo, la industria alimentaria demanda acción y coherencia en la política pública,las cuales son características ausentes de nuestra actual coyuntura política y económica”, finalizó Musmanni.
Enorme pérdida en Costa Rica
Hace cuatro años, el grupo mexicano Grupo Lala llegó a Costa Rica. Lo hizo con la compra de una planta productora de leche en San Ramón y un acuerdo de distribución con Florida Bebidas.
En enero del 2019, triplicaría la capacidad de la planta después de una inversión de $14 millones. Además, la empresa lanzó la marca de leche Lala con el lema: “Nos alegra llegar siempre a un país que sonríe”.
Incluso, la empresa reveló en una presentación que entre sus metas para el 2020 estaba “continuar la expansión en Costa Rica”.
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Sin embargo, este 1 de diciembre, Lala dio el inesperado anuncio de que cerraría operaciones en el país el próximo 11 de diciembre.
Más pérdidas
Lala detalló que el cierre tendrá un impacto de $24 millones en la utilidad neta del cuarto trimestre. Esto incluye $20 millones por la depuración de cuentas de balance y deterioro de crédito mercantil y $3,8 millones por gastos y contingencias del cierre.
Los activos en el país serán puestos en venta o reasignados dentro de la región. Estos incluyen una planta de producción, un centro de distribución y 12 rutas de distribución.
El cierre de Lala afectará también a más de 60 pequeños y medianos productores de la cooperativa Coopeleche a los que les compraba leche.
Según la página, compraba leche de fincas en San Ramón, Zarcero, San Carlos, Guatuso, Miramar, Esparza, Guayabo de Bagaces y Tilarán.
