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@Popcorn506 para El Observador
Invincible ha terminado recientemente su primera temporada y, como muchos esperábamos, lo ha hecho del mejor modo.
De nuevo, una gran adaptación de un cómic de Robert Kirkman y Corey Walker que, de la mano de Prime Video, nos ha tenido enganchados durante varias semanas.
A pesar de ser una serie de animación, tiene puntos tan buenos y conseguidos que en ningún momento se echa en falta que se pudiera haber adaptado con actores de carne y hueso.
Sí, es cierto que así resulta mucho más económica, pero tiene sus puntos buenos, tal y como vamos a explicar aquí.
Y, sobre todo, viene de la mano de sus creadores originales, a diferencia de la serie animada que se hizo hace unos años y que pasó sin pena ni gloria. Tanto es así, que apenas es recordada mientras que, en este caso, la audiencia ha vibrado.
Vamos con algunos detalles
En primer lugar, puede llamar mucho la atención el tipo de animación. Sin duda, es muy fiel al cómic en cuanto a la estética, pero es verdad es que en los aspectos más técnicos o incluso narrativos parece una serie antigua, de los años 90.
Y eso, aunque pueda parecer un handicap al principio, le da una apariencia realmente carismática, un encanto que, de otro modo, y sobre todo con actores reales, no existiría.
Una de las principales virtudes de Invincible es su capacidad de sorprender desde el primer capítulo.
Las tramas van avanzando con una gran agilidad, pero en los momentos menos esperados llegan los golpes fuertes, y lo decimos literalmente, porque hay escenas de lucha muy corrientes y asumibles, pero, de vez en cuando, surgen las grandes peleas, en las que no se escatima sangre y crueldad.
El mensaje de crítica hacia lo que muchos universos de superhéroes han intentado mostrar a lo largo de los años no es el más novedoso, pero sigue resultando efectivo.
Más allá del buenismo que en muchas ocasiones envuelve a este tipo de historias, aquí regresamos a algo mucho más directo y crudo, al estilo de lo que la aclamada The Boys ha plasmado en los últimos tiempos, en la misma plataforma, y tal vez de un modo todavía más logrado.
Originalidad e imaginación
Pero los personajes de Invincible, así como muchos de sus poderes e intenciones, resultan tremendamente amplios.
La originalidad y la imaginación que Kirkman y Walker lograron en el cómic luce aquí con un resplandor supremo.
Todo es mucho más impactante en movimiento que en quietud y algunos de los personajes y de sus virtudes pueden llegar a dejarnos con la boca abierta.
Hablando de personajes, la serie tiene un gran atractivo, y es la gran cantidad de actores y actrices reconocidos que prestan su voz para dar vida a estos; tenemos a Steven Yeun, J.K. Simmons, Sandra Oh, Zazie Beetz, Zachary Quinto y Mark Hamill por mencionar solo algunos.
Pero lo que más atractivo tiene esta serie es que resulta muy poco predecible. Eso consigue enganchar al espectador y mantenerlo en vilo capítulo tras capítulo.
Terrible la necesidad de ver más cada vez que termina una de sus partes episódicas, irresistible la necesidad de verlo en modo maratón si están todas disponibles y muy probable la necesidad de repetir sucesivos visionados a corto y largo plazo.
Porque es una serie con muchas más capas de las que parece a priori y de la que se pueden extraer distintos jugos en cada uno de los repasos que se hagan.
Esta primera temporada han sido 8 los capítulos entregados. No son cortos, pero tampoco es una temporada larga, por lo que tal vez se haga un poco escasa.
La buena noticia es que ya se han comprometido a producir otras dos temporadas, por lo que las aventuras de nuestro joven amigo Mark, o Invincible, seguirán acompañándonos unas cuantas horas más y podremos ver el desarrollo de su estilo y su violencia. Ojalá que se mantengan y suban, porque eso es lo que esperamos y deseamos sus seguidores.
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