Desde la columna

Invisibles nunca más: apoyar a los sobrevivientes de suicidio

Por cada persona que muere por suicidio, aproximadamente 10 personas más se ven afectadas directamente. “Murió de un infarto”, “fue…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Invisibles nunca más: apoyar a los sobrevivientes de suicidio
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por cada persona que muere por suicidio, aproximadamente 10 personas más se ven afectadas directamente.

“Murió de un infarto”, “fue un accidente”, “la muerte se debió a causas naturales” … Estas son algunas de las explicaciones que frecuentemente se dan cuando alguien muere por suicidio dado que este tema sigue siendo visto como un tabú. Por ende, muchas familias llevan su duele en silencio.

Los sobrevivientes de suicidio (los familiares, amigos y colegas de una persona que muere por su propia mano) son la población más invisibilizada en los esfuerzos de prevención de suicidio. Es por ello que debemos desarrollar programas de posvención, iniciativas que apoyen específicamente a los sobrevivientes de suicidio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 800.000 personas mueren por suicidio cada año. Específicamente, la OMS estima que una persona muere por suicidio cada 40 segundos. Si este artículo tarda cinco minutos en leerse, siete personas en el mundo habrán muerto cuando llegue al final.

Además, la OMS y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) han afirmado que el suicidio de una persona afecta directamente entre 5 y 10 personas más. Según el número de personas que mueren por suicidio, más de ocho millones de personas podrían verse afectadas directamente por el suicidio cada año.

Toda muerte causa dolor, pero el dolor producido por el suicidio tiene desafíos adicionales. John R. Jordan, psicólogo y especialista en temas de duelo, ha explicado que el duelo por suicidio comparte algunos sentimientos con el dolor por muertes repentinas e inesperadas (por ejemplo, muertes por accidentes automovilísticos) y con el dolor por muertes violentas (por ejemplo, muertes por homicidio). No obstante, emociones como la culpa y el sentir—aunque no sea justificado—la vergüenza, son emociones específicas a una pérdida por suicidio.

Por ejemplo, Clara Reynolds, presidenta del Centro de Crisis de Tampa Bay explica que los sobrevivientes a menudo sienten que podrían haber hecho algo para evitar la muerte de sus seres queridos. Y una investigación de la Universidad de Leipzig en Alemania ha demostrado que la complejidad del duelo por suicidio puede conducir a lo que ellos denominan “trastorno de duelo prolongado”.

Lloran solos

Los estigmas que existen en torno al suicidio lamentablemente complican las vivencias de duelo. Dado que el suicidio es un tema que genera miedo y sobre el cual no nos han enseñado a conversar, las personas no saben cómo apoyar a los sobrevivientes aún cuando quieren hacerlo.

El resultado: amigos y colegas esquivan el tema con los sobrevivientes y los sobrevivientes se aíslan o—como mencionaba anteriormente—ocultan la causa real de la muerte de sus seres queridos.  El duelo es difícil para todas las personas, pero los sobrevivientes del suicidio lloran solos justo cuando más necesitan a sus vínculos sociales.

Afortunadamente, cualquier persona puede apoyar a un sobreviviente. En un documento titulado “Ayudar a los sobrevivientes de suicidio: ¿qué puedes hacer?”, la Asociación Estadounidense de Suicidología (AAS) afirma que escuchar, en lugar de hablar, es clave. Estos especialistas reconocen que no saber qué hacer o qué decir es completamente normal, pero lo que más importa es hacerse presente.

Explican que los amigos deben escuchar sin juzgar y sin dar consejos sobre cómo llevar el duelo. Enfatizan que los amigos no deben presionar para obtener información más allá de lo que su amigo quiera compartir.  Las acciones individuales como estas importan muchísimo, pero no son suficientes. También se necesitan programas de “posvención” que aborden las secuelas del suicidio.

Algunos de estos esfuerzos incluyen formar grupos de apoyo para sobrevivientes, realizar talleres de manejo de crisis en organizaciones donde una persona murió por suicidio y garantizar el acceso de los sobrevivientes a la atención en salud mental que requieran.

En Costa Rica, la creación de Mi Nueva Aurora, una organización enfocada específicamente en construir un sentido de comunidad entre los sobrevivientes, fue un primer paso crucial. Adicionalmente, a nivel global, se dedica el tercer sábado de noviembre al Día Internacional del Sobreviviente de Suicidio. Este busca visibilizar las principales preocupaciones de las personas que han perdido a un ser querido por suicidio.  Sin embargo, necesitamos más esfuerzos en esta vía.

Algunas personas podrían argumentar que la posvención no debería ser una prioridad dadas las limitaciones económicas de las instituciones públicas y de las organizaciones no gubernamentales. Quizás preferirían dirigir los recursos existentes a los esfuerzos de prevención. Algo importante para tener en cuenta es que el apoyo a los sobrevivientes de suicidio es una forma de prevención. John R. Jordan subraya que los sobrevivientes son ellos mismos vulnerables a morir por suicidio. Por lo tanto, apoyarlos en su momento de mayor vulnerabilidad es otra forma de salvar vidas.

Finalmente, debemos tener claro que no hablar de suicidio y hacernos creer que la muerte ocurrió de otra forma no evita el dolor, simplemente lo retrasa. El silencio no conduce a ninguna parte.  El silencio nos mantiene distantes de nuestros apoyos familiares y sociales. Rompamos el silencio y demostremos lo mucho que nos importa la prevención del suicidio atendiendo las necesidades y preocupaciones de los sobrevivientes.

 

 

*La autora es historiadora por la Universidad de Costa Rica y tiene una maestría en Salud Pública por la Universidad de Yale. En octubre de 2018, presidió el VIII Congreso Latinoamericano y Caribeño de Prevención de Suicidio. 

*Información importante: Si alguien necesita ayuda psicológica de urgencia en Costa Rica, el Colegio de profesionales en psicología tiene la línea Aquí Estoy: 2272-3774.