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Isabel Allende: ‘Poco a poco, las mujeres están derribando el patriarcado’.

A sus 79 años, Isabel Allende, una de las escritoras más conocidas del mundo y férrea defensora de los derechos…

Por Berlioth Herrera

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Isabel Allende: ‘Poco a poco, las mujeres están derribando el patriarcado’.
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El presidente Barack Obama galardonó a Isabel Allende con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2014 en la Casa Blanca. (Foto Jabin Botsford/The New York Times)

A sus 79 años, Isabel Allende, una de las escritoras más conocidas del mundo y férrea defensora de los derechos de las mujeres y las niñas, no tiene intención de bajar el ritmo.

“No exagero al decir que fui feminista desde el kindergarten, antes de que el concepto se conociera en mi familia”. Así comienza el último libro autobiográfico de Isabel Allende, “Mujeres del alma mía”, una colección de ensayos que detalla sus raíces como defensora de los derechos de la mujer y su desafío de toda la vida a las costumbres patriarcales.

Allende, quien ha vendido unos 75 millones de libros en todo el mundo a lo largo de su carrera, escribió “Mujeres del alma mía” y su próxima novela, “Violeta”, que se publicará en 2022, en su casa del área de la bahía de San Francisco mientras sobrellevaba la pandemia.

En días recientes nos pusimos en contacto con Allende para preguntarle sobre la vida durante el confinamiento, su proceso como escritora y para hablar de algunos de los recuerdos que comparte en sus memorias. La siguiente entrevista fue editada y resumida.

Es bien sabido que empieza a escribir libros nuevos el 8 de enero, algo que, según ha dicho, empezó como una superstición, pero se ha convertido más bien en una tradición, y actualmente escribe en el ático de su casa, cerca de San Francisco, todos los días durante horas. ¿Tiene alguna otra tradición o hábito perdurable como escritora?

– Empezar mis libros el 8 de enero no es tanto una tradición como una disciplina. Mi vida es muy complicada; hay demasiadas exigencias por parte del público, los editores, los periodistas, los críticos y los profesores. Tengo que reservar un espacio sagrado para la escritura.

Tener una fecha para empezar un libro nuevo me ayuda a organizar mi calendario anual y les informa a todos los que me rodean que no estoy disponible. Es probable que este sea mi único “hábito” original. El resto es lo que hace cualquier escritor: investigar, escribir de manera compulsiva, editar, corregir, reescribir, etcétera.

En una entrevista realizada a principios de año, mencionó que la pandemia le había proporcionado lo que los escritores suelen necesitar: tiempo, soledad y silencio. ¿Acaso el confinamiento la llevó a una mayor introspección o quizá propició más reflexión mientras escribía “Mujeres del alma mía”?

– El confinamiento me dio la oportunidad de reflexionar sobre muchos aspectos de mi vida. Hace unos años, pronuncié un discurso en una conferencia de mujeres en México, y cuando se hizo viral mi editor en España sugirió que se publicara como un cuadernillo. Lo leí y me di cuenta de que ya estaba obsoleto. Desde que participé en esa conferencia, les habían sucedido muchas cosas a las mujeres y al feminismo, y también me habían sucedido muchas cosas a mí.

Decidí escribir un libro completamente diferente que no solo tratara sobre el feminismo y la guerra actual contra las mujeres, sino también sobre el amor, el envejecimiento, la sororidad, el patriarcado y mucho más.

La escritora Isabel Allende aceptó la Medalla por la Contribución Destacada a las Letras Americanas en la 69.° edición del Premio Nacional del Libro en noviembre de 2018 en Nueva York. (Foto Bryan Thomas/The New York Times)

“La casa de los espíritus”, su primera novela, se publicó en 1982, y su próximo libro, “Violeta”, saldrá en 2022. A menudo ha señalado que se siente más creativa ahora que hace décadas. ¿Ha cambiado la inspiración para las historias que quiere contar en los últimos 40 años?

– Todos mis libros son diferentes. He abordado muchos géneros: ficción, novelas históricas, una trilogía para adultos jóvenes, cuentos, memorias e incluso una novela negra, así que supongo que la inspiración ha cambiado de manera constante en los últimos 40 años.

No obstante, los temas no han cambiado tanto. Sigo escribiendo sobre el amor, la muerte, la violencia, la justicia orgánica, las mujeres fuertes, los padres ausentes, las personas en peligro y el poder con impunidad.

Sus nuevas memorias abordan con frecuencia diversas facetas del envejecimiento. En el libro, describe cómo su padrastro, su tío Ramón, se lamentaba de que su mayor error había sido retirarse a los 80 años. Usted afirma que está de acuerdo; señala que el declive de su tío comenzó en esa época y que eso reforzó su decisión de no jubilarse nunca. De hecho, escribió lo siguiente: “No me voy a retirar, me voy a renovar”. Esa frase se me quedó grabada porque es una forma fascinante de redefinir esta etapa de la vida. ¿Cómo será la renovación para usted?

– En mi opinión, renovación significa asumir riesgos, probar cosas nuevas, ser curiosa y comprometerme con el mundo, construir una comunidad, hacer amistades nuevas, retribuir tanto como sea posible, desafiarme con diferentes temas sobre los cuales escribir, enamorarme.

La gente mayor busca seguridad y comodidad. Yo quiero escribir, amar, jugar con mis perros y ayudar a las mujeres y niñas a través de mi fundación. No me gustan el golf ni el bingo.

En “Mujeres del alma mía”, también escribe: “Los hombres le temen al poder femenino. Por eso han impuesto leyes, religiones y costumbres estrictas durante siglos, todo tipo de restricciones al desarrollo intelectual, económico y artístico de las mujeres”. Usted llama a la violencia contra las mujeres la “mayor crisis que enfrenta la humanidad”. ¿Tiene la esperanza de que algún día las sociedades empoderen por completo a las mujeres y reviertan esta crisis? ¿Qué se necesitará para lograrlo?

– He vivido lo suficiente para ver grandes cambios en la situación de las mujeres. Poco a poco, las mujeres están derribando el patriarcado. El hecho de que aún no hayamos podido sustituirlo no significa que hayamos fracasado; significa que la tarea es colosal, pero no es imposible.

Creo que sucederá, pero no en mi tiempo, y solo ocurrirá si las mujeres están educadas, informadas, conectadas y activas. Se necesita muy poco para perder los derechos que hemos ganado. El mejor ejemplo reciente son los talibanes. En unos cuantos días las mujeres y las niñas perdieron todos sus derechos en Afganistán, y la forma más horrible del patriarcado se apoderó del país. Tenemos que estar atentos: en circunstancias adversas, puede suceder en cualquier parte.

Usted creó la Fundación Isabel Allende hace 25 años en memoria de su hija, Paula Frías. ¿Qué proyectos tiene la fundación para 2022 y los años posteriores?

– La fundación invierte en el poder de las mujeres y las niñas en los ámbitos de la salud y los derechos reproductivos, en la educación o la formación para que las mujeres puedan mantenerse solas y en la protección contra la violencia y la explotación.

En los últimos años, hemos trabajado mucho con refugiados en todo el mundo. Pensamos seguir trabajando mientras yo viva y pueda escribir. El único financiamiento que recibe la fundación proviene de mi trabajo.