Marco Marín
En los últimos cinco años, las exportaciones de jarabes y concentrados para bebidas gaseosas pasaron de $244 millones a $399 millones.
El año pasado, porcentualmente hablando, representó lo mismo en exportaciones que el café (3%), según datos de la Promotora del Comercio de Costa Rica (Procomer). En enero, se ubicó como el cuarto producto de mayor venta al exterior.
Dichas cifras han sido posibles gracias a la consolidación del país en los planes regionales de la Compañía Coca-Cola. Esto gracias a la puesta en marcha, al 100%, de su nuevo centro de operaciones en Liberia, Guanacaste.
La razón es simple. La gigantesca transnacional solo tiene 19 “plantas de concentrados” alrededor del mundo. Una de ellas está en Costa Rica y es de las más innovadoras con las que cuenta, según confirmó el gerente de Asuntos Públicos y Comunicación Coca-Cola Centroamérica, William Segura, ante una consulta de El Observador.
Los concentrados son la base para elaborar el refresco carbonatado que llega a los comercios y hogares.
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Además, las cifras se podrían incrementar por dos factores adicionales:.
- Durante la pandemia, el único sector estable de la economía fue el de alimentos y bebidas.
- Por efecto del covid-19 en la economía, hubo una reconfiguración de las cadenas globales de valor.
Esto incluye el efecto de “nearshoring”, una tendencia que viene en auge. Se trata del fenómeno comercial en el que los compradores priorizan a sus proveedores en base a cercanía.
Proveedor para casi todo el continente
La planta en Guanacaste es fundamental para la provisión de jarabes a casi todo el continente.
“Desde la operación en Liberia se suple el concentrado a Centroamérica, el Caribe, Chile, México y Perú, no solo para la producción de la famosa Coca-Cola sino que de otras 89 bebidas propiedad de The Coca-Cola Company.
“Costa Rica es un mercado atractivo que ofrece ventajas entre ellas una posición geográfica estratégica. Y Liberia es una gran decisión para mejorar nuestra competitividad y seguir la exportación a Centroamérica, Caribe, México y para el envío del producto a plantas hermanas”, agregó Segura.
Es así como tres variantes de la bebida -sabor original, ligero y sin azúcar-, la línea de refrescos Fanta y hasta la Inka Cola reciben los jarabes para su producción desde el territorio costarricense.
En la planta de Liberia se manufacturan los jarabes con las todas las variantes de la marca. (AFP)
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Planta innovadora
A pesar de la pandemia, la compañía logró finalizar el traslado de sus operaciones de las instalaciones en La Uruca a Liberia, donde la compañía construyó una de sus plantas de concentrados más innovadoras de las 19 que tiene a nivel global.
“Destaca como la planta de concentrados más innovadora por: el uso temporal de robots para realizar el empacado de los productos y el uso de diferentes sistemas para darle trazabilidad a los materiales”, destacó Segura.
Gracias a ello, la empresa logró su objetivo de crear 130 empleos directos. De ellos, la mitad pertenecen a mujeres, destacó el vocero.
Además, este traslado podría incidir en la generación de 100 trabajos indirectos, según estimaciones de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Desde la operación en Liberia se suple el concentrado a Centroamérica, el Caribe, Chile, México y Perú. (AFP)
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Este nuevo inmueble es de 34.000 metros cuadrados y es uno de los centro de operaciones más grandes de la marca.
Para ello, la compañía realizó una inversión inicial de $50 millones y su construcción tardó poco menos de dos años. Se ubica en la Zona Franca Solarium, frente al Aeropuerto Internacional Daniel Oduber.
Dicho proyecto, al ser anunciado, fue contemplado para duplicar la producción y exportación de productos.
Marco Marín
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