Tomás Gómez
-¿Usted tiene algún interés personal en el resultado de este juicio?, preguntó la jueza .
-Justicia, respondió Mario Calzada.
Él es el papá de Marco Calzada, el joven de 19 años que murió tras un asalto en el centro de San José justo hace un año.
Junto a su esposa, Gabriela Valverde, ambos fueron los primeros testigos en declarar durante el juicio que se sigue contra los adultos que estuvieron vinculados en la muerte de su hijo. El año pasado tres menores de edad ya habían sido condenados y ahora toca el turno de juzgar a dos hermanos que ya habían cumplido 18 años para el día de los hechos.
El inicio del debate coincidió con fechas simbólicas.
Calzada cumplía años el 28 de junio. Esa fecha era que celebraba la noche del 2 de julio del 2022, cuando un asalto devino luego en varias puñaladas que le cobraron la vida al joven que acaba de cumplir 19 años.
La mañana después
Mario Calzada arrancó su testimonio contando los días previos a la muerte de su hijo.
Recordó como había pasado días preparándose para un examen universitario de cálculo y como el propio sábado de la tragedia destinó largas horas a completar la prueba virtual.
Tras ello contó cómo salió a celebrar su cumpleaños y como luego empezó la preocupación por el paradero de su hijo.
Según contó, en la computadora quedó abierto el WhatsApp, por lo que fueron viendo los mensaje de los amigos que le preguntaban por su paradero. Una vez desaparecido su hijo comenzaron la búsqueda hasta tener la noticia fatal.
Desde entonces, comentó el padre, ha estado en una situación compleja personal y laboral.
Un último mensaje de la mamá
Dentro de los últimos mensajes que tuvo el teléfono de Marco estuvo uno de su mamá donde le preguntaba si tendría que despertarlo al día siguiente para participar de una misa.
En vez de ello, lo que le tocó a la familia fue buscar a su hijo y luego completar los trámites de reconocimiento en la Medicatura Forense.
Ese momento fue recordado con especial dolor en el juicio. Ella lo definió como “desgarrador”.
Según contó, mantenían la esperanza de que el cuerpo no fuera el de su hijo, más no fue así.
Ella narró también el acompañamiento de terapia que ha tenido la familia desde entonces.
Al cierre, como su esposo, pidió que se hiciera justicia en el caso de Marco.
Los hermanos al banquillo
En el caso de Marco Calzada se registraba a 5 participantes. Tres menores de edad que fueron condenados están a la espera de una revisión de penas y otros dos, que superaban los 18 años, comenzaron este miércoles su juicio.
Se trata de dos hermanos de apellidos Rojas López y vecinos de Cartago.
En la apertura del juicio, el fiscal Rodolfo Solórzano detalló la participación del grupo; haciendo énfasis en que hubo organización para realizar el robo y luego para enfrentar la investigación, intentando distanciarse de los hechos.
Por esas razones el Ministerio Público acusó los delitos de homicidio u robo agravado.
La familia de Calzada, por medio del abogado José Luis Campos, presentó también su propio reclamo.
Él ratificó la relación se hechos pero también enfatizó en que los hermanos Rojas López intentaron hacerse pasar por testigos el día del ataque.
Él ratificó que para ellos se habrían configurado los delitos de homicidio calificado y robo agravado.
Imagen protegida y una pausa
Tras la lectura de la acusación, las abogadas de los hermanos Rojas pidieron una protección de la imagen de los imputados.
Por ello, no se podrá reproducir la imagen ni la voz de ellos en el juicio.
La abogada Denia López adelantó que que en las conclusiones darán más detalles pero que de momento adelantó un rechazo a la acusación y el valor probatorio se las evidencias ofrecidas.
Los imputados adujeron después que declararán más adelante.
En la primera jornada del juicio además de los padres participó un agente del OIJ que narró como identificaron a los sospechosos mediante cámaras de seguridad de la capital.
También estuvo Byron Mora, chofer del Didi donde viajaron los sospechosos la madrugada del crimen. En su testimonio, describió el tono en que los implicados narraron los acontecimientos de esa noche.
La sesión concluyó al filo de las 3:00 de la tarde y continuará el otro miércoles con el resto de testimonios.
