Hermes Solano
En la Sala de Juicios 1 del Tribunal de Cartago comenzó este lunes el juicio por la muerte de la joven Allison Bonilla, de 18 años.
Desaparecida el 4 de marzo de 2020, los restos de la joven fueron encontrados a finales de setiembre del año anterior, luego de que el acusado, un hombre de apellidos Sánchez Ureña, diera detalles del lugar donde habría tirado el cuerpo.
Según la pieza acusatoria del Ministerio Público y la defensa, a cargo del abogado Rodrigo Araya, el sospechoso golpeó a Allison, la dejó inconsciente, y luego la lanzó al botadero de basura clandestino en el sector de Cachí.
Eso quiere decir que a la hora de ejecutar el hecho, la muchacha estaba con vida.
La fundamentación del hecho está en que a la hora de realizar las pruebas a los huesos encontrados en el botadero seis meses después determinaron que tenía fracturas por presiones externas sucedidas durante la caída de 450 metros.
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La acusación
La fiscal del caso Paula Aragón y el abogado defensor de la familia de Allison, Rodrigo Araya leyeron las piezas acusatorias sobre el imputado Sánchez Ureña.
Los hechos que se le atribuyen al hombre de 29 años de edad sucedieron el 4 de marzo de 2020 cuando interceptó a la joven en un camino oscuro en Ujarrás de Cartago. Allison caminaba hacia su casa de habitación cerca de las 9 p.m.
Como la víctima lo conocía, logró que Allison subiera a su vehículo, un BMW color vino y la trasladó hasta una finca cafetalera.
“Aprovechándose de su contextura y fuerza, y en contra de la voluntad de la ofendida y aprovechándose de la oscuridad hizo que bajara del carro y entró 140 metros, donde la golpeó con tal fuerza que los lentes se quebraron y se desprendió uno de los aretes”, leyó la fiscal.
“El fuerte golpe le ocasionó una herida sangrante y la dejó inconsciente”, añadió.
Luego de eso la subió de nuevo al carro, la amarró con un trozo de tela y cinta adhesiva y la metió en la cajuela para trasladarla hasta un botadero clandestino donde lanzó el cuerpo inconsciente de la joven.
Los restos óseos encontrados en el lugar en setiembre de 2020 presentaron fracturas vertebrales, toráxicas y de costillas.
El abogado Araya, además de complementar la pieza acusatoria de la Fiscalía, en su acusación afirmó que el sospechoso, antes de golpearla, la violó.
Rechazó los cargos
Con 29 años y en prisión preventiva desde setiembre del año anterior, el acusado del homicidio se sentó en el estrado y rechazó todos los cargos, además de que se negó a declarar por el momento.
“Rechazo todos los cargos y me abstengo a declarar”, dijo.
Sánchez Ureña es representado por el defensor público Adrián Rojas, luego de que el abogado Francisco Herrera renunciara al caso.
Según Herrera, el imputado se iba a declarar culpable; sin embargo, en su primera intervención rechazó haber cometido el crimen.
Declaración privada
La primera testigo aportada por el Ministerio Público fue la madre de Allison, Yendry Vázquez; sin embargo, el Tribunal, presidido por Magaly Orue, quien está junto a Jenny Almendaris y Franklin Ramírez, decidió que su declaración se emitiera en forma privada.
En ese momento todos los presentes en la sala tuvieron que salir.
También se solicitó por parte del Ministerio Público que el imputado pasara a una sala contigua. Por recomendación de una psicóloga era preferible que la mamá de la muchacha no tuviera contacto visual con él.
La representación de la familia, además de pedir la pena máxima por homicidio calificado que es de 35 años, pidió como acción civil resarcitoria la suma de ¢150 millones, ¢100 millones por daño físico y ¢50 millones por daño moral.
