Desde la Columna
Por Marian Bakit para El Observador
Saber ¿qué pasó? y ¿porqué pasó? no es suficiente para competir el día de hoy. Las empresas necesitan saber qué está pasando y qué pasará en el futuro
La agilidad y la transparencia parecen ser las palabras claves para describir la toma de decisiones en las empresas del futuro.
Desde la perspectiva de mercadeo y comunicación, es popularmente sabido que los productos y servicios tienen que mutar antes que sus clientes, o sus consumidores), lo hagan; o al menos adaptarse a los cambios en el menor tiempo posible.
Es muy alto el riesgo de que sus competidores logren mayor éxito y de manera más rápida, y no precisamente por un menor precio y una mejor calidad; si no por una mejor lectura del comportamiento de sus clientes y una adaptación temprana al cambio.
Pero también a nivel operativo, logístico y financiero una cultura empresarial basada en análisis de datos brinda “agilidad”; promueve decisiones más certeras y exactas para el largo plazo y facilita las decisiones del “día a día”.
De acuerdo con un estudio de MIT e IBM, las empresas que cuentan una cultura de análisis de datos para tomar decisiones tienen una doble probabilidad de ser los líderes de su categoría.
Explicar y entender estos beneficios resulta bastante fácil. Pero, ¿por dónde empezar? Boston Consulting Group (BCG) lo explica en tres sencillos pasos.
Paso 1.
¿A quién se le ocurriría correr una maratón sin haber entrenado? Al igual que los seres humanos, las pequeñas y continuas victorias son el aprendizaje hacia el cambio cultural empresarial.
Con una meta clara como lo es correr una maratón, iniciamos nuestro entrenamiento corriendo dos kilómetros, a los tres días aumentamos a cuatro y así sucesivamente. A los dos meses, vamos por nuestra “pequeña primera victoria”: una carrera de diez kilómetros pero al finalizarla sentimos un leve dolor muscular en la pantorrilla que nos hace modificar nuestra técnica de correr.
De esto se trata. Lo primero que debemos hacer es plantear problemas pequeños de negocio que queramos solucionar con analítica de datos. En este proceso, podemos darnos el lujo de pequeños fallos que signifiquen aprendizajes “baratos” y así alcanzar logros pequeños que nos den confianza. La implementación de estos casos debería tardar de cuatro a seis meses y los resultados deben ser visibles en cuestión de semanas.
Paso 2
Con el concepto probado y el aprendizaje avanzado, seguimos con nuestra “maratón” en mente. El siguiente paso sería diseñar un plan para toda la empresa. Esta fase implica un escalón más grande: reorganizar el modelo operativo, la gobernanza de datos, la organización del departamento de analítica, entre otros.
La persona que debe de liderar este proceso es el mando más alto de la empresa y la nueva visión debe ser adoptada por toda la organización. Si no viene desde arriba, lo mejor sería no perder el tiempo.
Paso 3
El último paso, para llegar a nuestra meta, implica cambios más profundos. Si continuamos con el ejemplo de la maratón, entramos en la fase en la que modificamos nuestra alimentación y los ciclos de descanso acercándonos más a nuevos hábitos que a una meta concreta.
La transformación completa debe ser ágil, enfocada en resultados y “personalizada” a la realidad de cada empresa. BCG recomienda cuatro frentes:
- la creación de nuevos roles en los procesos,
- una nueva cultura en la toma de decisiones,
- adoptar nuevas formas de trabajo
- cultivar el talento y habilidades necesarias en el equipo.
¡Ánimo! Los principales fallos se dan por querer hacer cambios radicales de la noche a la mañana. Con buen entrenamiento todas las empresas sin importar su tamaño pueden lograr “correr su maratón” hacia la digitalización.
Marian Bákit
Dirección General IDEAS MCW
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