Ana María Parra A.
El antiguo edificio de la Estación de Bomberos en San José recuperará la belleza y esplendor que lo caracterizó en el siglo pasado gracias a una restauración y reforzamiento estructural al que será sometido. No solo se pondrá, bello, sino que será mucho más seguro.
El proceso será realizado por el Instituto Nacional de Seguros (INS), actual dueño del inmueble, bajo la supervisión del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud.
Así, el inmueble volverá a ser utilizado luego de años de estar clausurado. Construido en 1932 fue la sede del primer Cuerpo de Bomberos de San José; está ubicado en el barrio La Merced, y fue declarado Patrimonio Histórico-Arquitectónico de Costa Rica al ser un gran exponente del estilo Art Decó.
(Cortesía del Centro de Conservación de Patrimonio Cultural)
“Restaurar y volver a utilizar este edificio patrimonial es una buena noticia. Luego de años de estar clausurado volverá a ser utilizado para brindar servicios públicos a los costarricenses. La intervención y uso respetuosos de una edificación patrimonial siempre será la mejor forma de conservarlo”, declaró Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural, en un comunicado de prensa.
Una intensa “cirugía”
La intervención restaurará la totalidad del edificio para su uso. Por tanto, se hará un reforzamiento estructural con un especial cuidado en conservar elementos referentes de su estilo como el lucernario, detalles en paredes y vigas, barandas de escaleras en hierro, ornamentación de la fachada, detalles en pisos, ventanas con su sistema de apertura original y marcos de metal, así como las figuras de bombero en el primer nivel, que evidencian su uso original en el siglo pasado.
Resanarán los pisos y las pinturas tanto de paredes internas como externas; restaurarán los sistemas eléctricos y mecánicos; recuperarán la azotea ubicada en el tercer piso -que fue construída tras una ampliación en los años 50- y harán un reforzamiento estructural en cimientos, vigas, columnas y muros, según las recomendaciones del estudio de vulnerabilidad sísmica.
Por los resultados arrojados del estudio de vulnerabilidad sísmica, el edificio le dirá adiós a los muros de bahareque francés y paredes de arcillas por ser considerados elementos frágiles, muy rígidos y con poca resistencia.´
Ana María Parra A.
