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La cara triste de Keylor Navas en el Real Madrid

Cuando llegó a uno de los equipos más grandes del planeta fútbol despertó pocas expectativas en una afición que hoy…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 3 minutos
La cara triste de Keylor Navas en el Real Madrid
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Cuando llegó a uno de los equipos más grandes del planeta fútbol despertó pocas expectativas en una afición que hoy está molesta por la forma en que sale aquel que supo convertirse en su héroe.

La cara triste de Keylor Navas en el Real Madrid, a lo largo de los últimos cuatro años. Keylor no solo sustituyó con creces a Íker Casillas, ícono viviente de los merengues, sino que consagró su propia leyenda al convertirse en el portero de las “tres Champions”.

Algo impensable para los medios deportivos españoles ese 3 de agosto del 2014, cuando el Real Madrid lo fichó.

Caricatura: Douglas Campos para El Observador

Porque el verdadero legado de El Halcón, ante lo que pareciera ser su inminente salida del cuadro blanco, va más allá de sus trofeos. Su verdadera herencia a la historia del equipo, y de paso a la vida en general, es su ejemplo de perseverancia.

La incertidumbre reina hoy sobre su supuesta partida del Madrid. La prensa española lo da por un hecho, el equipo merengue, ni lo niega ni lo confirma, el entrenador Zidane Zidane no es claro, Keylor prefiere -como siempre cuando está en la picota- guardar silencio sepulcral.

Y mientras tanto en tiquicia, el técnico de la Selección Nacional, el argentino-uruguayo Gustavo Matosas, no convocó al arquero mundialista de Brasil 2010 y Rusia 2014 para el amistoso de Perú, el 4 de junio en la capital inca.

Matosas indicó que habló con el cancerbero y decidió no llamarlo porque “se encuentra en una situación muy complicada, aparentemente saliendo” del Real Madrid.

Así las cosas, la indecisión sobre Navas en el club blanco repercute en la Tricolor, la cual arranca su preparación para la Copa de Oro y su andar rumbo al Mundial de Catar 2016.

Navas y su personalidad

El arquero, hijo del barrio San Andrés en el cantón generaleño, conquistó la capital de España y se convirtió es todo un ejemplo de que las cosas no pasan de la noche a la mañana.

Del infantil de Pedregoso llegó a un Saprissa, donde le “tocó chupar banca” en una planilla con otros tres porteros mejores que él… en ese momento. Aún así, no se “arrugó”.

Igual le pasaría en el 2011 cuando logró dar el salto del Albacete, su primer equipo en la península ibérica, al Levante, que por ese entonces tenía a un experimentado uruguayo Gustavo Munúa en la portería.

Todo esto apenas un año después de su llegada al continente europeo.

De nuevo, El Halcón demostraría que la forma de sobresalir era perseverando. Durante dos temporadas, y a pesar de ofrecer mejores presentaciones, Navas fue relegado a un segundo plano en favor del suramericano.

Todo cambió en el verano europeo del 2013. Con la salida de Munúa, el tico se apoderó de la titularidad. Ese año fue uno de los tres candidatos al trofeo Zamora, el galardón del mejor portero de La Liga.

Su esfuerzo lo ponía a las puertas del reconocimiento, pero, como si de una premonición se tratase, Navas no ganaría, perdiendo así su primer duelo personal ante el belga Thibaut Courtois, en ese entonces portero del Atlético de Madrid y hoy en día el “delfín” del Real Madrid.

Pero Navas brilló en el Mundial 2014 con la Sele y se ganó la oportunidad de formar parte del equipo más ganador en la historia de la Champions, ese legendario palmarés que ayudaría a engrosar con tres “orejonas” más.

Entre tanto, y a pesar del famoso fax o el golpe de estado que hubiera supuesto el fichaje de un joven Kepa Arrizabalaga por un terco Florentino Pérez, Navas se mantuvo consistente y ecuánime. Nunca cambió su discurso, siempre quiso seguir trabajando, con el silencio como capa.

Probablemente fue el fichaje durante el verano pasado de un viejo conocido, Courtois, así como de un nuevo por conocer (Lopetegui), lo que ha demostrado mejor el verdadero temple de Navas.

En un momento que parecía idóneo para irse por la puerta grande y seguir acumulando proezas personales, Navas se mantuvo en el equipo…porque en sus planes nunca estuvo salir. Y, de nuevo, el silencio como blasón.

Y sin embargo, pareciera ser que ahora lo empujan hacia afuera, pero por la puerta de atrás.

Tal vez el mítico jugador argentino del Real Madrid, Jorge Valdano, lo expresó mejor y más conciso, en su columna de esta semana para El País de España: “Keylor es el ejemplo, en carne viva, del castigo al mérito”.