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Doctora Plantas: la fiebre (y los cuidados) de las alocasias

Doctora Plantas para El Observador Las alocasias son plantas exhuberantes compuestas por más de 70 especies distribuidas por Asia, Oceanía…

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Doctora Plantas: la fiebre (y los cuidados) de las alocasias
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Doctora Plantas para El Observador

Las alocasias son plantas exhuberantes compuestas por más de 70 especies distribuidas por Asia, Oceanía y Sudamérica. Se trata de lugares que les brindan temperaturas cálidas y humedad.

Se caracterizan por tener hojas alargadas con los nervios muy marcados; algunas especies tienen las hojas enormes y esto ha favorecido a que se vuelvan las favoritas de muchos.

Pero, claro, solo podríamos optar por las variedades más grandes si contamos con el espacio suficiente para tenerlas.

Las alocasias podrían describirse fácilmente como plantas vistosas, elegantes y atrevidas al mismo tiempo.

Un dato curioso es que muchas personas asocian la forma de sus hojas alargadas con la forma de la cabeza de los dragones. También las nombran como “oreja de elefante”; ese tip puede fácilmente ayudarnos a su identificación.

Características de las alocasias

Son plantas que destacan por su tamaño grande y la belleza de sus hojas, tanto así que no se conocen por su inflorescencia que se ve como una varilla en el centro de la espátula blanca. Así que no resulta ser muy vistosa.

Son plantas perennes que se mantienen siempre verdes durante todo el año y además son lo que se consideraría perfectas para decorar. Tienen el beneficio de poder colocarlas en zonas interiores como en los jardines externos.

También son especialmente populares gracias a la resistencia que tienen incluso en las condiciones más adversas y a la facilidad de cultivo.

Las hojas de la alocasias son su característica más destacada; son lanceoladas (apariencia de flecha), alargadas, más o menos estrechas y nacen con unos grandes pecíolos carnosos. La mayoría tiene sus hojas de color verde intenso, pero éste puede variar según la especie.

Eso sí, si la obtenemos pequeña, habrá que esperar para que se desarrolle perfectamente y sus hojas vayan alcanzando el tamaño máximo que puedan alcanzar. Para eso será necesario ir cambiándolas de maceta de acuerdo con su crecimiento y abonar cada 3 meses con un abono de acción lenta.

Si los abonos son insuficientes, la planta pierde su brillo natural pero si tienen las condiciones óptimas, las alocasias se convertirán en las protagonistas del espacio.

Es un género rizomatoso; esto quiere decir que las especies que lo conforman tienen un tallo subterráneo que se encarga de absorber el agua y los nutrientes necesarios para que la planta se desarrolle correctamente. Los rizomas funcionan como un órgano de reservas y se parecen a una raíz, de donde nacen las hojas y las flores (inflorescencias).

Un dato super importante para tomar en cuenta es que las alocasias son tóxicas tanto para humanos como para animales pues todas las especies contienen una sustancia que, al ingerirse, provoca irritaciones en la piel y en la boca. Así que, ¡mucho cuidado!

Y hablando de cuidados…

Iluminación: necesita mucha luz sin que le alcancen los rayos directos del sol. Si observa que las hojas se tornan mas oscuras o que se marchitan, están ante una exposición directa al sol.

Temperaturas: climas cálidos con alta humedad (necesitan pulverizaciones constantes)

Riego: es sin duda el punto crítico.  Riegue lo suficiente para mantener la tierra húmeda pero sin excesos. Asegúrese que el agua sobrante sea expulsada correctamente por los agujeros de drenaje de la maceta. Cuando los riegos son insuficientes, las hojas se vuelven amarillas.

Consejo: limpie siempre las hojas de polvo o suciedad para que la planta pueda realizar la fotosíntesis de forma adecuada.

Especies más comunes: Alocasia macrorrhiza, Alocasia amazónica, Alocasia wentii.