Tomás Gómez
Aunque se insiste en que la afectación será colateral, la amenaza del huracán Eta a todo Centroamérica encendió las alertas de las autoridades, sobre todo en el Pacífico.
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El huracán, de paso, reavivó los recuerdos de otros fenómenos meteorológicos que en las últimas décadas han dejado una estela de destrucción en el país.
Fallecimientos, inundaciones, deslizamientos y pérdidas económicas son parte de la herencia.
Huracán directo y el más mortífero
El último lustro registró dos de los huracanes que más impacto han dejado: Otto y Nate.
Otto era el primer huracán en la historia que se dirigía directamente al territorio nacional y a partir del 22 de noviembre del 2016 comenzó un proceso de alerta con clases canceladas y otras medidas que no fueron suficientes para evitar una tragedia.
Bagaces y Upala fueron epicentro de las peores afectaciones que dejaron 10 muertos.
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A menos un año llegó Nate, una tormenta tropical que se convirtió luego en huracán y que dejó una afectación aún mayor a la de su antecesor.
Fueron en total 14 las muertes atribuidas a su paso, que también afectó acueductos y carreteras a inicios de octubre del 2017.
Nate está considerado a la fecha como el fenómeno meteorológico que más golpeó al país, con efectos en al menos 642 comunidades.
Upala, en la Zona Norte, fue uno de los puntos con mayor afectación tras el paso del Huracán Otto en el 2016 (UCR)Tragedias en Escazú y la Zona de los Santos
En 2010, por su parte, la llegada del huracán Tomás cambió el paisaje de Escazú tras un deslizamiento en Pico Blanco que se llevó consigo 24 vidas en el sector de Calle Lajas.
El mismo huracán dejó 20.000 albergados en el Pacífico y tres muertes en la Zona de los Santos, una región propensa al impacto de estos fenómenos.
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Ejemplo de ello fue el huracán César, que en 1996, justo en Tarrazú, provocó un alud con un saldo final de 11 víctimas.
César dejó 23 muertos más en el país y hasta 170 puentos quedaron inutilizables.
Calle Lajas, entre Escazú y Santa Ana, llevó la peor parte durante el golpe del Huracán Tomás en el 2010 ( AFP)
Mitch y Juana también dejaron huella
La lista de huracanes con saldo trágico para el país la cierran Juana (1988) y Mitch (1998).
Juana estuvo marcado por la amenaza de impactar directamente a la provincia de Limón en la que incluso se preparó una evacuación masiva de casi 30.000 personas hacia el centro del país.
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Un cambio de última hora desvió el fenómeno hacia Nicaragua donde el impacto fue mortal, lo que no dejó ilesa a Costa Rica: más de 20 personas murieron en la Zona Sur donde la preparación no había sido tan intensa.
Una década después, en 1998, todo Centroamérica debió enfrentar al Huracán Mitch con su devastación histórica.
Solo en Honduras se calcula que el fenómeno generó un retraso de 20 años en la economía.
Respecto a Costa Rica, Mitch generó 6 muertes y una afectación por $92 millones, concentrada en la costa pacífica.
