Desde la Columna
Andrés Alfaro para El Observador
Hay días en que nos cuesta un poco más entrenar, ya sea por fatiga del día anterior o simplemente porque no tenemos ganas de hacerlo. En esos días se puede utilizar música, como recurso de motivación.
El día anterior se puede hacer las listas de canciones que desea escuchar. Escoger las piezas adecuadas según el entrenamiento que vaya a realizar. le ayudará a evitar la sensación de cansancio extremo o de pereza, ya que el cerebro estará centrado en la música.
La música es excelente fuente de motivación universal y gran acompañante para potenciar el rendimiento durante el entrenamiento. Se transforma en un elemento para realizar un buen entrenamiento, y al distraernos, evita que estemos pendientes de cuanto tiempo ha pasado, cuántos kilómetros nos faltan, y hasta de la fatiga.
Investigaciones han señalado que la música es capaz de distraer al atleta de su conciencia corporal. Evita que esté concentrado en el dolor y agotamiento. Por ello, da la sensación de que somos capaces de aguantar más y mejor la rutina.
Les voy a mencionar algunos beneficios de escuchar música mientras se entrena.
Nos ayuda a mantener el ritmo
La música estimula la corteza cerebral motora, lo que se traduce en activación del cuerpo. El cerebro envía señales de estar enérgicos, lo que puede sincronizarse con el ejercicio que estamos realizando. De esta manera, estaremos llenos de potencia y energía.
Lo mejor es formar listas de canciones con un ritmo sincronizado a la intensidad del ejercicio. Así, la canción tendrá el ritmo más alto cuando esté en el punto más difícil de la rutina, y bajará cuando sea el momento de descansar y mantener el cuerpo caliente.
Canciones favoritas
Nuestras canciones favoritas nos trasladan a un mejor lugar, a recuerdos y emociones vividas anteriormente, y nos hace sentir llenos de energía y vitalidad al recordarlos. Inevitablemente nos invita a levantarnos de la silla y movernos.
- El impacto de esa canción tiene que ver con el momento y lo que estaba haciendo la primera vez que la escuchó.
- Una canción que nos llena de vitalidad impulsa a terminar la rutina sin tanta dificultad.
La música distrae
Con la inyección musical, el cerebro destina parte de su energía y concentración al ritmo y, en muchos casos, a la letra, obligándonos a seguirla.
- Cuando el cerebro esta en ese proceso, se le hace sencillo ignorar el impacto físico que está teniendo la rutina. Puede pasar desapercibido el dolor, malestar o cansancio.
- Algunos estudios demostraron que la música puede hacernos rendir un 15 % más de lo normal en el entrenamiento.
Mejora nuestro estado de animo
La música y el ejercicio van de la mano. Son aliados de nuestro estado de humor. Ambas son capaces de inundar nuestro cerebro de serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar.
Una canción bastante animada y una buena rutina de ejercicio destacan entre las recomendaciones para combatir el estrés, la depresión, ansiedad u otros cuadros.
La música nos activa
Escuchar cierta música nos incita inmediatamente a querer movernos, porque activa receptores específicos. El movimiento puede desencadenar en baile, una de las formas más divertidas de ejercicio.
La necesidad de movernos puede desembocar en la consecución de entrenar, de salir al aire libre. La música reduce la tensión muscular y mejora la coordinación de nuestros movimientos.
En resumen, la música influye directamente en nuestro estado de ánimo; activa partes de nuestro cerebro; y libera endorfinas, lo que siempre nos hace sentir mejor.
Es definitivo una buen “plalist” es clave en la motivación tanto para entrenar como para otros momentos de la vida. Ayuda a aumentar la sensación de bienestar y a darnos ese empujón para lograr la milla extra que necesitamos para completar entrenamientos.
Andrés Alfaro es entrenador certificado de Ironman y propietario de Just Training
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