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Eva González para El Observador
(Madrid, España). Líderes mundiales se dan cita en Madrid, en una atípica XXV Conferencia de la Convención Marco de Cambio Climático (COP25) que, bajo la Presidencia de Chile, se desarrollará hasta el 13 de diciembre pero donde los compromisos, si todo marcha bien, se comenzarán a implementar hasta en el 2020.
Se trata de una Cumbre del Clima, cuanto menos atípica, por muchas razones. La primera, por la propia ubicación de la misma. Le tocaba esta vez a América Latina y Brasil asumió el reto, hasta que Jair Bolsonaro llegó a la Presidencia del país suramericano y renunció a acoger la Cumbre, al no estar muy alineado con la lucha contra el cambio climático.
Chile recogió el guante, con la ilusión de demostrar los avances de su país en las últimas décadas y situarse en el mundo con un programa climático ambicioso.
Pero la subida del precio del tiquete del metro desató, a mediados de octubre, revueltas sociales en el país, hasta el punto de que el presidente Sebastián Piñera –quien hoy debía haber inaugurado la cita en Santiago de Chile– ni siquiera ha podido dar el banderazo de salida, a quince días de negociaciones climáticas, que este año llevan el reto de que los países aumenten sus compromisos nacionales de reducción de emisiones, y terminar de cortar los últimos flecos para implantar, en 2020 el Acuerdo del Clima firmado en 2015 en París, bajo la tutela de la costarricense Christiana Figueres.
Así, en un mensaje de video de Piñera, emitido en la inauguración de la cumbre, el mandatario subrayó el que el compromiso de su país con la lucha contra el cambio climático sigue siendo “firme, claro y permanente” y admitió que le dolía no haber viajado a Madrid pero su deber era estar en Chile “enfrentando los duros tiempos”, al tiempo que agradeció “desde el alma” el gesto de España.
Una vez que Chile renunció a organizar la Cumbre a cuatro semanas del evento, España asumió el compromiso y reto, por solidaridad y responsabilidad con América Latina y para que la COP25 pudiera celebrarse en tiempo, forma y bajo la presidencia de Chile y siguiera siendo así una cita de la comunidad iberoamericana, como destacó este lunes en Madrid el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, “sin egoísmos” entre países.
“América Latina podrá contar siempre con España”, señaló por su parte el presidente del Gobierno de España en funciones, Pedro Sánchez, quien dio la bienvenida a todos durante la inauguración a un país “abierto, cosmopolita, que les recibe con afecto y la con la esperanza de que esta cumbre sea un antes y un después.
“Madrid será la capital de la lucha contra la emergencia climática, de una renovada ambición y de un compromiso real por el planeta”, manifestó, para añadir después que “nadie puede sustraerse por su cuenta a este desafío” ya que “no hay muro suficientemente alto que proteja de esta amenaza a ningún país “por poderos que sea”.
Sánchez insistió en que el momento de la respuesta es “ahora” y celebró que por fortuna, “solo un puñado de fanáticos” niega ya la evidencia climática, aunque no precisó si se refería al presidente estadounidense, Donald Trump –cuyo país se saldrá en noviembre de 2020 del Acuerdo del Clima pero que, como destacó hoy la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi: “Todavía estamos dentro”– o bien si se refería al reciente auge del partido Vox en España que duda de que el cambio climático vaya a causar una catástrofe de proporciones mayúsculas, según estima la ciencia.
El comentario trajo cola en los 100.000 metros cuadrados en los que se desarrolla la COP y los periodistas preguntaron, primero a Pelosi sobre el comentario, quien emplazó a los medios a que el propio Sánchez aclarase su comentario.
Luego agregó que los estadounidenses no hablan en sentido negativo de su presidente fuera de su país. Apenas una hora después, de nuevo la prensa extranjera repreguntó al mandatario español sobre el comentario y sin aclarar a quien se refería exactamente, dijo que, por suerte cada vez hay más líderes comprometidos con el cambio climático y que su comentario iba “en sentido positivo”.
Más allá de las anécdotas en esta cumbre atípica, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, así como la Presidenta de la COP, Carolina Schmidt, y numerosos líderes que participaron en un diálogo abierto, reiteraron la importancia de aumentar la ambición y también la rapidez en la toma de decisiones.
Guterres, en “portuñol” advirtió al plenario de que es necesaria mayor acción climática que el reto de limitar a 1,5 grados centígrados el aumento de la temperatura global del planeta no sea “inalcanzable”. “Estamos en el hoyo y cavando y es demasiado tarde para escapar”, sentenció en una jornada en la que consideró que en el planeta hay dos caminos, el de la rendición y el de la esperanza.
Por ello, insistió en la importancia de mostrar la ambición política que pide la gente porque “hacer menos será una traición al conjunto de la familia humana y de las generaciones venideras”.
Tras la inauguración de la tan nombrada “ambición”, unas 50 autoridades como los jefes de Estado, el gran duque Enrique de Luxemburgo; el Príncipe Alberto de Mónaco, y los presidentes y primeros ministros de países como Argentina, Austria, Bangladesh, Bélgica, Bulgaria, Ecuador, Fiji, Guatemala, Grecia, Marruecos, Palestina, República Dominicana, la Santa Sede, entre otros, además de autoridades como Pelosi y los nuevos mandatarios de la Comisión Europea –que estrenaban sus cargos en la inauguración de la COP25– o la secretaria general iberoamericana, la costarricense, Rebeca Grynspan, participaron en un diálogo en el que todos expusieron sus planes nacionales.
Volver los ojos a Costa Rica
Ahí, el presidente de Costa Rica se presentó como uno de los pioneros en la lucha contra el cambio climático al explicar los planes del país centroamericano para alcanzar la neutralidad climática en 2050, un compromiso al que también podría sumarse la próxima semana la Unión Europea si el objetivo se aprueba por unanimidad en el Consejo previsto para los días 11 y 12, a tiempo para ser anunciado antes de que la COP25 llegue a su fin el día 13 de diciembre.
En la atípica cumbre, los cocineros y hermanos Roca, cuyo restaurante en España está reconocido entre los mejores del mundo ofrecieron a unas 300 mandatarios, delegados y autoridades, un menú bautizado como “La Tierra se agota”, basado en productos locales y diseñado para resaltar el mensaje ambiental pero cuya huella ambiental no se ha calculado.
Por la tarde, una vez pasadas las declaraciones de intenciones de elevar la ambición, aunque con el convencimiento de que los nuevos compromisos reales no llegarán hasta la COP26 que tendrá lugar en Glasgow (Reino Unido), se sucedieron numerosas actividades y eventos paralelos.
En uno de ellos, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, pidió a los responsables del planeta reglas del juego “comunes”. “Los bancos podemos hacer muchas cosas, pero también necesitamos a los gobiernos para que haya una taxonomía universal”, reclamó.
Velada en el Palacio Real
Al caer la noche, el Rey Felipe VI ofreció a unos 130 mandatarios y representantes de alto nivel una recepción en el emblemático Salón de Columnas del Palacio de Oriente de Madrid junto a una Reina Letizia, sin tiara de diamantes y que estrenaba para la ocasión un vestido ‘low cost’ y sostenible en blanco y negro, de la colección ‘Concious’ de la firma sueca H&M, que ofrece también la posibilidad de alquilar los vestidos. Se desconoce si la Reina lo compró o alquiló para la ocasión.
En su discurso, el monarca reiteró en su petición de esfuerzos globales, aunque dictó un mensaje de esperanza ya que dijo que “aún queda tiempo, pero no hay tiempo para vacilar”.
“Sí, hay esperanza, pero también mucho trabajo que hacer y probablemente corresponderá a varias generaciones culminarlo”, indicó don Felipe, quien añadió que no se puede ni debe fracasar en el objetivo de dotar al mundo una respuesta multilateral, efectiva y ambiciosa al “mayor peligro” que afronta la raza humana y el propio planeta.
La ‘real’ velada estuvo amenizada por la orquesta ‘La Música del reciclaje’, un proyecto social puesto en marcha por la entidad que se encarga en España de reciclar los envases de plástico. La orquesta da oportunidades a niños en riesgo de exclusión social en España a los que ofrece formación musical con instrumentos reciclados y fabricados a través de desechos como bidones, cubiertos, entre otros objetos a partir de la basura, inspirados en la Orquesta de Cateura de Paraguay.
El resultado de la Cumbre llegará tras dos semanas de negociaciones en unos 100.000 metros cuadrados repletos de stands y de actividades cuyo coste estimado –aún por determinar– podría estar entre 50 y 60 millones de euros.
Al final, el día 13 deberán haberse cerrado las cuestiones pendientes del artículo 6 del Acuerdo del Clima de París, relativos al comercio de derechos de emisión y los países deberán manifestar si tienen intención de elevar sus compromisos nacionales de reducción de CO2, pero no para este año… sino en 2020.
Uno de los momentos álgidos de la atípica COP25 de Chile en Madrid será la presencia de la joven activista sueca Greta Thunberg, quien, tras atravesar de Europa a América. el pasado verano en el barco cero emisiones ‘Malizia’, del apuesto Príncipe de Mónaco, Pierre Casiraghi, a pocas semanas del inicio de la Cumbre y tras anunciarse el cambio de continente, emprendió un viaje, en el convulso Atlántico norte durante el otoño, con la intención de llegar a tiempo a la capital española a bordo de un catamarán, junto a una exótica familia australiana que viaja por todo el mundo.
Se espera la llegada de ‘Greta’ mañana martes al puerto de Lisboa (Portugal, tierra del secretario general de la ONU) y desde allí acudirá a la Madrid, donde se dirigirá a los mandatarios en el plenario y participará en numerosas actividades, entre ellas, podría figurar la gran manifestación de los jóvenes por el planeta del próximo 6 de diciembre que, pese a ser festivo nacional en España, se espera que sea multitudinaria.
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