Sergio Arce
“Es que mi pareja ya no me toca desde el inicio de la pandemia, no siente deseo por mí. Creo que está con alguien más”
“Mi pareja no me toca porque me dio covid. Pero ya pasaron varios meses y nada que se me acerca en la cama”
“¡He pensado en proponerle a mi pareja que abramos la relación para darle un nuevo aire y encender una vez más la chispa y el morbo!”
Comentarios como estos se están volviendo más que habituales en redes sociales o en conversaciones de amigos y hasta con compañeros de trabajo, según constató este medio.
Y el denominador común en cuanto a la presunta responsabilidad de problemas sexuales de la relación de pareja es la irrupción de la pandemia causada por el coronavirus.
Un estudio realizado meses atrás por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana llamado Sexo y Relaciones en Tiempos de Covid-19 registró hallazgos que van en sintonía con las inquietudes expresadas al inicio de esta nota. El trabajo abarcó a 2.000 personas de Estados Unidos y otros países.
Estos fueron los principales hallazgos:
- El 44% de los participantes informó de una disminución en la calidad de su vida sexual.
- El 30% indicó que su vida romántica estaba en sus niveles mínimos.
- Un 14% dijo que su vida sexual mejoró considerablemente.
- El restante 12% afirmó que su calidad de vida sexual estaba en su mejor punto.
La pandemia reventó problemas irresueltos
Margarita Murillo, psicóloga y máster en sexualidad clínica, explicó que la pandemia generó altos niveles de incertidumbre. Estos, a su vez, activaron los problemas emocionales y traumas que no se habían resuelto tiempo atrás. Uno de ellos es el problema sexual con la pareja.
“No es que yo tengo un problema sexual con mi pareja por la pandemia. No, ya lo tenía pero nunca lo había resuelto. Y la pandemia lo que hizo es que se lo está reventando en la cara, porque no lo ha resuelto”, explicó la especialista.
Murillo comentó que en otro momento estos problemas y traumas se “esquivaban” (porque no se querían enfrentar) en el trabajo, con salidas a comer, al cine, a casas de amigos o a la playa. Pero el encierro vino a enfrentar a las parejas con su realidad.
“La mayoría de las parejas (que vienen a mi consulta) me dicen: ‘no, no tenemos nada’. No es que sea mentira, es que simplemente no son conscientes. Cuando enfrento a las parejas y hablo con ellas por la falta de deseo sexual, ellas ya venían con algo que no habían hablado y que ocurrió en el pasado y que habían dejado pasar”, amplió Murillo.
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Una infidelidad, abrir la relación… ¿son la respuesta?
La especialista en sexualidad clínica comentó que hay parejas que creen que buscando una aventura, abrir la relación o incorporar a una tercera persona en su dinámica van a solucionar el problema de fondo. Incluso, hay quienes consideran que hacerlo les “devolverá la llama perdida”. ¡Gran error!
“Eso solo lo va a empeorar, porque termina siendo como una droga. Es un shot de guaro que la gente se toma para sentirse bien por un ratico, pero después qué. Parte del trabajo que ha hecho (y se tiene que hacer) es trabajar con la salud mental, que está muy dañada”, explicó.
Y parte del ejercicio es que la gente hable, que no se calle las cosas. “La gente cree que el sexo resolverá, incluso, un problema del corazón. Eso no ocurrirá. La gente tiene que hablar.
“Cuando esto no pasa hay un enorme vacío y dolor a nivel afectivo, de caricias y es cuando la energía sexual se usa como descarga (para quienes piensan en una aventura o abrir la relación) y no conectada con el amor (de su pareja)”, enfatizó Murillo.
Hay que replantearse la relación
Es importante que una pareja se replantee las prioridades, valores y la forma en la que quiere vivir. Pero tiene que hablar las cosas y valorar emprender nuevos proyectos.
Por ejemplo ejercitarse juntos, aprender a tocar un instrumento o llevar clases de cocina y que, a su vez, los reconecte en el amor y el deseo sexual renazca y hasta con más fuerza.
“La pandemia, lejos de ser una amenaza o problema, es una oportunidad. Es una oportunidad de tomar conciencia de cosas que he dejado de hacer (enfrentar las dificultades en la relación).
“La pandemia nos da una oportunidad de mejorar. También de entender de que no hay que apegarse a patrones de pensamiento que ayuden a mejorar la vida sexual. Hay que reinventarse para mejorar como persona y como pareja”, dijo Murillo.
Pero también es razonable que ambas personas sean honestas consigo mismas y con la relación y analicen la conveniencia de seguir juntas o que cada una tome su camino. Esto antes de que la relación se erosione aún más y tenga un mal término. Igual: ambos deben hablar de manera clara.
