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Las cosas son solo cosas

@Organiza2 para El Observador La lista de cosas que uno necesita es interminable, pero no puede ser infinita. Vamos a…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Las cosas son solo cosas
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@Organiza2 para El Observador

La lista de cosas que uno necesita es interminable, pero no puede ser infinita.

Vamos a enumerar una lista de lo básico que necesitaríamos para vivir:

  • Un conjunto de ropa, unos zapatos y bolso
  • Vajilla y utensilios de cocina
  • Refrigeradora, comida
  • Una cama y ropa de cama
  • Toallas, champú y jabón
  • Un cepillo para el pelo y otro para los dientes
  • Móvil
  • Mobiliario

Esto sería lo básico para empezar. Pero, ¿cómo determinar cuánto es suficiente?

Cada uno es libre de tener todo lo que quiera siempre y cuando no gaste más de lo que puede permitirse y no invada el espacio de otra persona en la casa.

Tenemos cosas para cubrir nuestras necesidades básicas, para llevar a cabo nuestro trabajo, para educarnos, educar a nuestros hijos, para entretenernos, etc. Todas estas cosas tienen que trabajar para nosotros y no nosotros para las cosas.

Con esto queremos decir que nuestras casas deben ser funcionales y prácticas. Fáciles de limpiar y organizar en poco tiempo. Sino es así, algo no estamos haciendo bien.
Después de aceptar que las cosas solo son cosas, se debe analizar la relación que tenemos con ellas.

Debe revisar sus cosas y evaluar que función tienen en su vida, así es más fácil saber lo que nos sobra y se podrán deshacer de ello con mucha mas facilidad. Tener mas cosas no le hace más feliz.

Les proponemos una prueba para determinar si tiene demasiadas cosas:

  • ¿En casa ya no le cabe nada más?
  • ¿Nunca encuentra lo que busca cuando lo necesita?
  • ¿Tarda mucho en vestirse?
  • ¿La casa nunca esta como le gustaría?
  • ¿No sabe donde colocar las cosas que más le gustan porque no hay espacio?

Si se ve reflejado en alguna de estas situaciones, necesita descartar para poder vivir mejor y ser más feliz.

El tiempo no se puede comprar, pero si podemos disfrutar más de él, si simplificamos las cosas que tenemos. Estas cosas requieren de nuestro tiempo (comprarlas, manejarlas, limpiarlas, moverlas, mantenerlas, almacenarlas, etc.). Acumulamos un sinfín de cosas que no utilizamos ni se volverán a utilizar nunca.

La cantidad de cosas que se podrían descartar equivaldría al espacio que queda libre para uno mismo. Es toda una liberación y lo notara desde el primer minuto.

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Cynthia Narváez es licenciada en educación preescolar y Oria García-Ordas barrera es máster en protocolo y relaciones institucionales.
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