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Las emociones colectivas y las competencias laborales

Francisco Soto para El Observador Posiblemente la incertidumbre está siendo mayor del que estábamos acostumbrados. Ya que está afectando a…

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Las emociones colectivas y las competencias laborales
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Francisco Soto para El Observador

Posiblemente la incertidumbre está siendo mayor del que estábamos acostumbrados. Ya que está afectando a todos los ámbitos de la vida personal. Afecta al nivel laboral, social, familiar y personal. Así pues, cada persona se enfrenta a gran cantidad de dudas y posibles miedos en todos los ámbitos de su vida. Esto genera mayor agotamiento físico y mental.

En algunos casos el nivel emocional en el desempeño organizativo está causando bastante desánimo. Si alguien en la organización está pasando por una situación emocional fuerte puede llegar afectar sus competencias laborales y el trabajo colectivo.

La competencia laboral depende de la personalidad y del componente psicológico de cada persona, en el que se encuentran las emociones, que son fundamentales para el desarrollo de las habilidades en el puesto de trabajo.

La emoción colectiva dominante conduce al éxito

A veces, tan solo con entrar en la recepción de una empresa se puede palpar el ambiente, se respira una emoción colectiva positiva, sonrisas, gente que habla entusiasmada que desprenden pasión por lo que hacen.

Las emociones básicas individuales como la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, en grupo pueden contagiarse. Pero también existen las emociones colectivas, necesarias para la supervivencia del grupo, como la compasión, la solidaridad, la culpa, la lástima, la vergüenza, el orgullo, la admiración, la envidia, el desprecio. Estas se definen como sociales porque se sienten en función del otro, y también se contagian. Nos empujan, o no, a colaborar, a compartir nuestras ideas y a construir juntos. Algunos autores plantean que la emocionalidad de un equipo puede llegar a influir hasta en el 30% de su desempeño, eficiencia y competencias laborales.

Conseguir un buen ambiente de trabajo que no es solo fruto de la suma de las emociones individuales. Las organizaciones con inteligencia colectiva y con el personal con las competencias laborales engranadas, que utilizan sus emociones como motor de acción y de cambio son más resilientes y exitosas.

¿Qué emociones colectivas son las que potencian al personal y sus competencias labores?

La reciprocidad, somos proclives a colaborar siempre y cuando haya reciprocidad, es la base de la confianza. La generosidad: conduce a la colaboración, necesitamos una comunicación. La pasión: vivir y expresar la emocionalidad, disfrutar y celebrar los éxitos con tu equipo. El propósito: poner el foco en esos objetivos. El desarrollo: Nada nos motiva tanto como sentir que tenemos las competencias laborales que necesitamos para hacerlo bien. El orgullo de pertenencia: sentir que trabajamos juntos por y para algo importante. Y como no, el respeto y la gratitud.

Sabemos que las emociones colectivas se contagian, tanto las positivas como las negativas, y que una organización puede conseguir contaminar a todo su personal, afectando las competencias laborales y por lo tanto sus objetivos.

Uno de los grandes retos de los líderes es gestionar estas emociones. Los líderes que consiguen transformar organizaciones son grandes gestores de emociones capaces de crear pasión en sus empleados y sacar provecho de sus competencias laborales. ¿Estamos como líderes dispuestos a mejor las emociones colectivas de nuestras organizaciones?