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Francisco Soto para El Observador
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) de Costa Rica, la tasa de desempleo nacional el 2022 fue de 12,0% y se estima que la tasa de desempleo alcanzará un máximo de alrededor del 10,5% a finales de 2023.
Se trata de una mejora, pero no lo suficiente mejorar la calidad de vida de toda la población productiva.
La importancia de invertir en competencias laborales es clave para el desarrollo de la fuerza laboral.
La inversión en formación y desarrollo de los empleados ayuda a aumentar la productividad, el bienestar, mejorar el compromiso y la satisfacción de los empleados, y aumentar la competitividad de la empresa en el mercado laboral.
La OCDE tiene una estrategia específica para desarrollar competencias laborales. Esta estrategia ofrece un marco estratégico integrado para abordar la calidad de la educación superior y mejorar la relevancia de la formación para el mercado laboral.
Se centra en la mejora de la coordinación entre el sistema de educación superior y el mercado laboral, con el fin de asegurar que los estudiantes estén cualificados para los puestos de trabajo disponibles.
Las competencias laborales, punto clave
Por lo tanto, el papel del Estado es fundamental para mejorar las competencias laborales de los trabajadores.
Debe promover programas de formación profesional más allá de los programas actuales del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) o el Marco Nacional de Cualificaciones.
El objetivo es equipar a los trabajadores con las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar su trabajo en un mundo competitivo, cambiante y que requiere una estandarización global.
Esto permitirá que los trabajadores que desarrollen habilidades y destrezas que les permitan ser mejores y más productivos en su trabajo en cualquier lugar del mundo.
Debe promover políticas nacionales o las normas de calidad que fomenten el reconocimiento de las competencias funcionales, la adaptación a nuevas tecnologías y el manejo de los recursos.
Contar con un Sistema Nacional de Calidad
Costa Rica ha implementado, desde el año 2021, el Sistema Nacional de Calidad (SNC) para mejorar la gestión de la calidad de los servicios y productos ofrecidos por las empresas.
El SNC también incluye herramientas para mejorar la productividad, la eficiencia y la calidad de los productos y servicios.
Estas herramientas pueden ayudar a reducir la tasa de desempleo al permitir a las empresas mejorar la gestión de sus procesos y alinear sus estrategias con la satisfacción del cliente, lo que a su vez mejora su productividad y rentabilidad.
Ya el país cuenta con la normalización y acreditaciones para los esquemas de certificación de personas conforme a la norma Internacional INTE-ISO/IEC 17024.
Esta norma establece los requisitos para asegurar que los organismos de certificación de personas operan con los estándares establecidos por la Organización Internacional de Normalización (ISO) que son reconocidos internacionalmente.
Las normas ISO pueden ayudar a reducir el desempleo y mejorar las habilidades de las personas al proporcionar un marco para mejorar la calidad y la eficiencia de los procesos empresariales.
Esto puede ayudar a aumentar la productividad de las organizaciones y mejorar la rentabilidad a largo plazo, lo que a su vez puede ayudar a reducir la tasa de desempleo.
Las normas ISO también pueden ayudar a las empresas a desarrollar habilidades al proporcionar un marco para mejorar la gestión y la calidad de la educación.
La pregunta es: ¿por qué a pesar de contar con las herramientas necesarias para obtener los mejores estándares de calidad, nos cuesta como país articularlas y poder bajar el desempleo?
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