Paulo Villalobos
El expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), Eduardo Li, declaró este miércoles por espacio de una hora ante la Fiscalía Adjunta de Fraudes. El Ministerio Público lo indagó por aparentes compras irregulares con fondos dados al país, para la organización de un mundial en 2014.
A parte de dar su criterio, el ingeniero civil aportó pruebas al expediente abierto en su contra, de acuerdo con su abogado, Róger Guevara.
Sin embargo el defensor del exjerarca del fútbol nacional no ahondó en detalles.
Guevara sí hizo un llamado a la Fedefútbol, para que informe al Ministerio Público sobre la indemnización que recibió en 2018, por un monto de $1,1 millones. El pago por reparación de daños se dio como parte del proceso que el afrontó en Estados Unidos, por el que resultó condenado.
“Basado en el principio de objetividad y transparencia, es un deber de la Federación informar que ya recibieron esa suma de dinero. Al día de hoy no lo han hecho.
¿Entonces qué esperaríamos nosotros? Bueno, que la Federación lo haga. Que reconozca que ha recibido el dinero. Que reconozca que los hechos que han denunciado son los mismos por los que Eduardo fue juzgado en Estados Unidos y por los cuales recibió una suma indemnizatoria considerable”, indicó Guevara.
Róger Guevara consideró que el proceso penal abierto contra Eduardo Li bajo el expediente 16-000792-1220-PE, “es absolutamente innecesario”, puesto que él ya fue investigado, juzgado y sentenciado por esos hechos.
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Caído en el FIFAgate
Li fue uno de los participantes del escándalo de corrupción, fraude y lavado de dinero ejecutado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). Cuando estalló el caso, fue uno de los arrestados, en los operativos de las autoridades internacionales en Suiza en mayo del 2015.
El exmandatario de la Fedefútbol fue parte de una administración fraudulenta de los fondos que la FIFA aportó a Costa Rica para la celebración del Mundial Femenino Infantil del 2014. Para entonces, el imputado presidía el órgano superior del balompié nacional.
En el 2016, Li se declaró culpable de tres de los 14 cargos en su contra. Admitió ante la justicia de Estados Unidos haber recibido comisiones ilegales de hasta $668.000, haber negociado un soborno de $500.000 dólares – de los cuales $300.000 se quedaron en sus bolsillos – y haberse apropiado de $90.000 dólares que la FIFA había dado al país.
Según una denuncia interpuesta por el actual jerarca de la Federación, Rodolfo Villalobos, Li utilizó los dineros para hacer compras irregulares de 5.000 uniformes y 8.000 balones con aportaciones económicas que, se presume, nunca ingresaron al país.
Luego de ser arrestado el 27 de mayo de 2015, Li permaneció en una prisión de Suiza hasta el 18 de diciembre de ese año, cuando se le extraditó a Estados Unidos.
Ahí pasó poco menos de tres meses encarcelado en Brooklyn, para luego recibir arresto domiciliario en Nueva Jersey. Bajo esa condición permaneció 230 días, hasta que pasó a ser monitoreado con brazalete electrónico a Florida.
El exfederativo asumió la responsabilidad de tres delitos:
- Conspiración para cometer crimen organizado.
- Participación en un esquema de fraude electrónico.
- Conspiración para cometer fraude electrónico.
Por todo lo anterior se le sentenció a tiempo servido, lo que equivale a una libertado supervisada, según su abogado Róger Guevara.
Paulo Villalobos
