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Los ticos dejan de reproducirse: “ultrabaja fecundidad” pone a Costa Rica entre países con menor tasa de hijos

Mientras el mundo enciende alarmas porque en las próximas semanas se llegaría a los 8.000 millones de habitantes, en Costa…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Los ticos dejan de reproducirse: “ultrabaja fecundidad” pone a Costa Rica entre países con menor tasa de hijos
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Mientras el mundo enciende alarmas porque en las próximas semanas se llegaría a los 8.000 millones de habitantes, en Costa Rica también hay alertas, pero por todo lo contrario.

La realidad de muchas familias -donde los abuelos tenían más de 10 hijos, los papás bajaron a cuatro y ahora, con costos, se tiene un bebé- se multiplica en la mayoría de hogares en el país. Hoy por hoy, la tasa de fecundidad se roza con las menores del mundo.

El fenómeno golpeó antes a los países más desarrollados y se le conoce como “ultrabaja fecundidad”. Este reduce drásticamente el número de hijos por mujer y, para el caso local, llama aún más la atención por la velocidad con la que se dio.

Para 1970, se superaban el promedio de cuatro hijos por mujer. Para el nuevo siglo llegó un punto de quiebre.

Inicialmente se llegó a la “tasa de reemplazo”, en la cual cada mujer tiene 2,2 hijos, lo que permite mantener estable la cantidad de población.

A ello, sin embargo, le siguió una caída aún más acelerada hacia el 2016 y 2017. En este momento el indicador alcanza el 1,3 hijos por mujer en general. Pero si se excluye a las extranjeras, el dato baja a 1,1.

La más baja en Latinoamérica

Esa cifra no solo es la más baja de la América Latina sino también que se equipara a los menores indicadores del mundo, muy similares a los números de Corea del Sur, Taiwán o Singapur.

Este panorama llevaba años bajo análisis de los expertos y se presentó en un foro especial convocado por el Fondo de Población de la ONU. Ahí, el demógrafo nacional Luis Rosero explicó los análisis y mostró el impacto que podría venir.

¿Atrasar o renunciar a los hijos?

Entre quienes tienen hijos, hay otro cambio destacado: cada vez el embarazo se da a una edad más madura.

En los años 70, por ejemplo, el 75% de las mujeres eran madres antes de los 25 años. En el 2000 la cifra bajó al 55% y ahora vamos por menos de 30%.

Una de las expectativas era que si bien la maternidad se postergaba, más adelante se tuvieran los hijos. Sin embargo, los indicios muestran que ese escenario optimista no se está dando.

"Es posible que muchas mujeres que pospusieron y que están posponiendo la entrada a la maternidad o el tener los hijos siendo jóvenes no los repongan cuando lleguen a edades más avanzadas", resaltó Rosero.

Esa caída la definió como una "línea roja" que al cruzarse debe generar preocupación.

Aunque aún falta estudiar datos y se espera que el último censo permita actualizar las proyecciones, el experto adelantó algunas tesis y ejemplos de otros países.

Por ejemplo hay temas de equidad de género y oportunidades para las familias que termina por impactar inevitablemente las decisiones sobre tener hijos.

Lejos de los 6 millones

Una de las representaciones estadísticas más notorias de esta baja en la fecundidad es que difícilmente se llegue a los 6 millones de habitantes.

En Costa Rica, se había logrado la cifra del primer millón en 1956 y luego se dio un ascenso rápido. Para el 2001 nació en Limón el bebé "4 millones" y en 2018 Heredia recibió al "5 millones".

Al ritmo actual, el siguiente dígito se quedaría sin llegar. "Es muy posible que el país nunca alcance los 6 millones de habitantes", enfatizó Rosero.

En el escenario más hipotético, los 6 millones se lograrían hasta el 2046. Sin embargo, con las tasas estimadas, el pico máximo rondaría los 5,7 millones y de ahí más bien habría un descenso.

A manera de muestra: para el 2021 se proyectaban 70.000 nacimientos, pero el dato real apenas rondó los 54.000.

Aparejada a esa baja natalidad, las advertencias se hacen en dos fases.

La primera es que los efectos se irán notando más adelante, según crezcan las generaciones.

La segunda tiene que ver con los cambios que se verán en las sociedades. Esto porque al haber menos jóvenes la cantidad de adultos mayores crecerá; las pensiones podrían llegar a niveles preocupantes y todo el aparato económico tendrá que irse reinventado, según sean las necesidades de la población.

Según las estadísticas, la baja en la natalidad se dio desde antes de la pandemia (Archivo)