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Los tres minutos que los ticos nos tuvieron en ascuas a los españoles: no apto para cardíacos

Manuel Guisande para El Observador Suele decirse que “el fútbol es así”, pero así cómo… con taquicardias yendo de un…

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Los tres minutos que los ticos nos tuvieron en ascuas a los españoles: no apto para cardíacos
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Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

Suele decirse que “el fútbol es así”, pero así cómo… con taquicardias yendo de un lado al otro del Atlántico, como sucedió con España y Costa Rica (y los tres minutos de ascuas ante Alemania), que más de uno estuvo a punto de hacer testamento…

De verdad que el Mundial no acabó con los casi cincuenta millones de españoles, y cinco de costarricenses en la UCI porque Dios no lo quiso. Porque Él, que lo sabe todo, calculó que no había suficientes plazas de emergencia, que si no… allá vamos todos de la mano.

Que eso sí que es hermandad hispana y no tanto politiqueo. Juntitos de la mano en amor y compañía metiéndonos intravenosas a lo bestia para no patearla.

Un episodio para no repetir, por mi bien cardiaco

Y si los españoles y ticos pasaron en minutos de la alegría al drama, no te cuento yo, que si ya tenia el corazón partido, por esto de ser español y escribir en El Observador (que esto implica tenerle cariño a los ticos).

En esos tres minutos escalofriantes, a punto estuve de llamar a un cirujano cardiovascular para donar el coraçao en vida.

Ese momento fue para decirle: “Mire, buen hombre, además de apagar la tele, que ya no puedo más, medio corazón lo deja aquí en España, y la otra mitad se la envía al hospital San Juan de Dios, en Costa Rica”. “pero…”; “sí, hombre, apunte la dirección, Paseo Colón…”

Yo te lo juro que si en ese momento el especialista en trasplantes me arranca el corazón sin anestesia, me hacía un favor, que ya más dolor no podía pasar.

Nosotros tan felices con el 7-0, y de un día para otro arrastrándonos por el suelo. Y Costa Rica, que había quedado como un trapo, a punto de darnos con el 7-0 en la cabeza y desnucarnos mientras ganaba a Alemania.

Yo sabía que esto del fútbol levanta pasiones, y en eso estaba de acuerdo… “pasiones”. Muy bien, como el amor o cargarte al Niclas Füllkrug, el alemán que os metió un gol, por ejemplo.

Pero que levante órganos vitales hasta el cielo, y tú ya me entiendes: dejar viuda y cinco hijos porque como “el fútbol es así…”. Y eso, de verdad que si el fútbol es así, pues me paso al baloncesto; otra como esta… ¡¡y es que no puedooooo!!, y tú… tampoco.

Manuel Guisande