Tomás Gómez
El presidente Carlos Alvarado y sus antecesores, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís, se pronunciaron sobre la salida de Evo Morales de la Presidencia de Bolivia.
De los tres mensajes destacó el de Solís, quien llamó “golpe de estado” a la situación de las últimas tres semanas. Este domingo por la tarde, Morales y su vicepresidente Álvaro García, anunciaron su dimisión en una cadena televisiva. El líder indígena se vio acorralado, luego de que se registraran irregularidades en las elecciones del 20 de octubre.
“Como demócrata repudio el golpe de Estado y espero una pronta y pacífica restitución del orden constitucional en Bolivia”, mencionó Solís.
El exmandatario también emitió críticas contra el gobierno del país sudamericano, por haber desatendido el referéndum en el cual el pueblo boliviano se vetó su reelección. También cuestionó el proceso de las últimas elecciones, sobre las que pesan cuestionamientos de la oposición y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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Preocupación y cautela
Por medio de sus redes sociales, el presidente Carlos Alvarado hizo un llamado “a la paz y el respeto a la institucionalidad democrática”.
“Hago un llamado respetuoso a todas las fuerzas políticas y ciudadanas de Bolivia a actuar con prudencia y responsabilidad”, publicó.
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En la misma línea habló la expresidenta Laura Chinchilla, quien criticó el poder que siguen teniendo las fuerzas armadas en la región.
“En Bolivia bajaron el dedo, mientras en Venezuela sostienen a un régimen sobre la voluntad popular”, twitteó.
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País acéfalo
El 20 de octubre, Bolivia celebró elecciones presidenciales para elegir su Gobierno para el periodo 202o-2025. Participó el presidente Evo Morales, pese a que un referéndum en el 2017 había frenado la posibilidad de reelección.
La jornada electoral registró diversas acusaciones de irregularidades, que fueron confirmadas por la OEA. A partir de ahí las protestas fueron en aumento, así como la violencia. Las manifestaciones y los choques entre simpatizantes y opositores de Morales, dejaron cinco muertos y decenas de locales comerciales y hasta casas vandalizadas.
Aunque el domingo en la mañana Morales aceptó repetir las votaciones, la presión continuó. El líder indígena estuvo en el poder desde 2006. Ganó un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta al obtener 47,08% de los voto, luego de que se mostrara una paridad con el candidato Carlos Mesa.
La salida de Morales deberá ser ratificada por el Poder Legislativo, donde también se enfrenta un problema por la sucesión. Tanto el vicepresidente Álvaro García como la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, a quienes les correspondía asumir la silla presidencial, desertaron.
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